Benzema saca al Real Madrid del bostezo y lo pone a 200

La victoria número 200 del Real Madrid en la Champions League (antes la Copa de Europa) sólo será recordada por eso, por la cifra alcanzada, porque el partido fue un monumento al tedio a pesar del 0-3 final. El primer gol de Karim Benzema en el minuto 73 encarrilaba la eliminatoria de cuartos de final para el equipo blanco ante un APOEL que buscó desesperadamente el empate a cero y casi se lleva el premio por la poca intensidad que puso su rival, que se dejó llevar.

Partido aburrido, soporífero, tedioso, coñazo… Se puede definir el choque en el GSP Stadion de muchas formas, pero lo que está claro es que lo que se vio en el césped no fue un encuentro de la máxima competición europea de clubes. Parecía un encuentro entre solteros y casados por el ritmo cansino que se apoderó del mismo y que tanto gustaba al APOEL, que pasaba menos apuros. Marcar no iba a marcar (no chutó a puerta), pero estaba encantado con no recibir goles.

Incluso jugando al paso, con el freno de mano echado y con cuatro defensas para dos atacantes, el Real Madrid pudo marcar varios tantos al equipo chipriota en los 72 minutos que estuvo sin ver puerta. La ocasión más clara fue una de Benzema, que falló lo infallable después de una buena acción de Nuri Sahin, que apareció en el once titular por sorpresa (de José Mourinho) y cuajó un buen partido.

En el 0-1, participaron Marcelo, Kaká y el delantero francés. El lateral brasileño, que llevaba pocos minutos en el campo (salió por un mal Fabio Coentrao), abrió a la banda, donde Kaká, que salió al campo con su compatriota en la segunda parte, levantó la vista y puso el balón en la cabeza de Benzema, que esta vez no falló. Peinó el balón con su cabeza afeitada y Chiotis sólo pudo seguir el esférico con la mirada.

El gol de Benzema despertó al Real Madrid tanto como la salida de los dos brasileños, bulliciosos, y con un poco más de intensidad, el equipo blanco encontró el segundo gol tras una gran jugada de Marcelo rematada a placer por Kaká. Y todavía hubo tiempo para que el galo marcase el 0-3 en los últimos minutos a pase de Mesut Özil, con lo que Benzema lleva siete tantos en esta Champions, los mismos que todo el conjunto chipriota.

Misión cumplida: las semifinales están a tiro y sólo podrían peligrar si la siesta que se echan los de Mourinho en el Santiago Bernabéu es más escandalosa que la de Chipre, tanto como para no comparecer en el campo. Que el APOEL haya llegado hasta aquí es milagroso, pero los milagros no duran siempre.