Benzema se gana los aplausos y Adebayor conquista el Bernabéu

Benzema es el típico estudiante que rinde bajo presión, el que deja para la noche anterior al examen todo el temario que tiene que "empollar" porque está convencido que recordará mejor todo. El típico alumno que no se pone las pilas hasta que ve las orejas al lobo. El francés tiene en Adebayor a su examen, a su lobo, y se ha "puesto las pilas" en estos últimos partidos.

El delantero galo está mostrando otra cara este mes de enero. Además de ser resolutivo en varios encuentros, como ante el Mallorca y el Sevilla en la ida en los que sus goles fueron decisivos, su trabajo sobre el césped es digno de elogio. El desgaste físico, ofreciéndose en ataque y ayudando en defensa,  que hace Benzema ha hecho que Mourinho le regale piropos públicamente, y que el Bernabéu le dedique sonoras ovaciones. Como la de este miércoles en la vuelta de la semifinal de Copa. Y no fue su mejor partido.

Como suele pasar al tipo de estudiante que perezoso, a veces ni siempre sale bien la táctica de esperar al último momento. A Benzema le está pasando algo parecido: lo intenta y se esfuerza, pero no termina de estar del todo fino. Falla algunos controles fáciles, marra ocasiones muy claras (ante el Sevilla se pudo marchar con un hat-trick), y eso desespera a parte de su afición. Aunque le aplauden, es el aplauso por el esfuerzo, pero no por la admiración.

Adebayor: seis minutos de gloria.

Mourinho dio entrada a su nuevo ariete tras el gran gol de Özil, con el encuentro y la eliminatoria ya decididos. El togolés, en su estreno ante sus aficionados, no quiso defraudar, y desde el primer momento se mostró entusiasta y participativo. Tras algunos detalles de clase en forma de controles, llegó su momento de gloria al filo del minuto noventa.

Un buen pase de Lass lo hizo mejor Adebayor con un control con el pecho dentro del área pequeña, al que siguió un acrobático remate con el que alojó el balón en la portería de Javi Varas. Chamartín explotó, y todo el equipo corrió a abrazar a su nuevo compañero. Mientras el árbitro señalaba el final del partido, el Santiago Bernabéu festejó el acceso a la Final de la Copa del Rey, y el buen estreno de su nuevo delantero.