Bielorrusia 0 - 1 España: Silva regala tres puntos de oro a Del Bosque

Inmerso en un mar de dudas con respecto al futuro de una Selección que intenta mirarse en el espejo de aquella que enamoró hace tres años, España se presentó en Bielorrusia con la firme necesidad de ganar para no perder comba con una Eslovaquia que sacó los colores a los de Del Bosque hace unos meses.

Con las vacaciones en el horizonte tras una temporada llena de frenesí es una ardua afrenta concienciar a los jugadores de la importancia de un partido. Más que por los números es por orgullo. Que España tiene el billete para Francia es una obviedad (se clasifican los dos primeros y el mejor tercero de los ocho grupos) pero este equipo sigue condenado a la excelencia eterna mientras el aroma de los tres títulos en cuatro años sigue pululando en el ambiente.

Del Bosque, en su centenario, aunó a Silva, Fábregas y Cazorla al lado de Busquets para hacer frente a Bielorrusia que tenía una firme premisa: correr, rezar y encomendarse a una contra milagrosa que desembocara en éxito ante un Casillas que volvió a ser el meta titular de la Selección. España convirtió las plegarias de Bielorrusa en pecado gracias a muchas asociaciones rápidas y verticales con numerosas incorporaciones de Jordi Alba y Juanfran. Así, cuando los locales habían estado durante más de un minuto oliendo el balón sin éxito, Pedro estuvo a punto de dar aliento a la Selección. Falló pero metió miedo.Asedio sin puntería

Era un presagio de lo que iba a pasar. España movía el balón de lado a lado asediando la meta de un Gorbunov que vio como Morata, después de realizar un genial desmarque, remachaba un esférico que se fue rozando el palo tras ser asistido por Fábregas. El delantero de la Juventus tiene un hándicap a la hora de desenvolverse con la pelota pero sigue deleitando con unos movimientos de veterano. Y eso que sólo es un veinteañero con todo el futuro por delante gracias al noble arte de la inteligencia táctica y el oportunismo.

Era cuestión de tiempo. El primero de España estaba a punto de llegar. Jordi Alba pudo coronarse con una volea fantasiosa y Ramos no acertó con la testa pero Silva, uno de los hombres que siempre han sido prescindibles para Del Bosque (sobre todo en el primer Mundial) hiciera el primer tanto de la Selección en el día del aniversario del técnico que obvió egocentrismo y no le puso demasiados matices a la obra de arte que había elaborado Luis Aragonés, el precursor de todo.

El gol de Silva fue justicia poética. Fábregas, que dominó los tiempos desde la media punta y que debe ser un referente de esta nueva España, puso un centro templado, Gorbunov salió a oscuras y el canario iluminó el camino de España a Francia remachando a la red. Lo más difícil estaba hecho.41 - David Silva has been involved in 41 goals for #ESP with Del Bosque as manager (21 goals, 20 assists). Diamond. pic.twitter.com/BnMYGfuK8q— OptaJose (@OptaJose) junio 14, 2015

Gran partido de Casillas

Sin nada que perder, Bielorrusia, que siempre había perecido contra España, se quitó los complejos y llegó con más osadía a la meta de un Casillas que se erigió en salvador en un mano a mano contra Kornilenko. El fornido delantero se plantó solo ante el portero que despejó el balón a la vez que numerosos fantasmas. Un minuto después el árbitro anulaba un gol por claro fuera de juego al combinado bielorruso. Ahí acabó el asedio.

Terminó la ofensiva local y España comenzó a ponerle temple a un partido donde Morata quiso reafirmarse como el delantero de referencia de un Del Bosque que cuenta con Diego Costa que tiene el hándicap de sus constantes problemas musculares. El ariete tuvo la oportunidad de marcar por segundo partido consecutivo con la selección pero se le hizo de noche cuando lo tenía todo para marcar. El partido ya volvía a ser de España. Los de Del Bosque tocaban y tocaban esperando una sentencia que pudo llegar en botas de Silva y Cazorla. Primero un disparo del canario rozó el palo derecho bielorruso y después Gorbunov sacó una mano milagrosa tras un disparo desde fuera del área de Cazorla.

Antes de retirarse al banquillo, el jugador del City pudo hacer su segundo tanto de la noche tras una genial asociación con un Vitolo que sigue demostrando hechuras de veterano. Para esas el combinado Bielorruso ya se había entregado ante el dominio español. Firmó el 0-1. No firmaba el resultado un Morata que intentó hasta el último segundo anotar un gol transcendente por lo anímico. Al final no llegó su tanto pero si la victoria de una selección que sigue encontrándose a sí misma y que salvó los muebles en un partido que se presentaba como peligroso. Silva regaló tres puntos de oro a Del Bosque.