Bolt escribe la historia, Rudisha pone el récord del mundo

  • David Rudisha, un atleta keniano de 23 años, disputó hoy el foco de atención al mismísimo Usain Bolt el día en que el jamaicano se convirtió en leyenda viva del atletismo revalidando el doblete olímpico de la velocidad.

José Antonio Diego

Londres, 9 ago.- David Rudisha, un atleta keniano de 23 años, disputó hoy el foco de atención al mismísimo Usain Bolt el día en que el jamaicano se convirtió en leyenda viva del atletismo revalidando el doblete olímpico de la velocidad.

El doble-doble de Bolt, su nueva victoria sobre su compañero Yohan Blake, ahora en 200 metros con un tiempo de 19.32, recibió parecidos honores que el nuevo récord mundial de 800 aportado sin la menor ayuda por Rudisha, que dio por delante de todos las dos vueltas a la pista en 1:40.91, 11 centésimas por debajo de su plusmarca anterior.

La victoria de Bolt en la final de 200 estaba tan cantada, después de su triunfo en 100, que su marca supo a poco, por más que sea, según sus propias palabras, la que le convierte en leyenda.

Bolt (19.32), Yohan Blake (19.44) y Warren Weir (19.84) concedieron a la escuela jamaicana un triplete cuyo último precedente data de los Juegos de Atenas 2004, cuando los estadounidenses Shawn Crawford, Bernard Williams y Justin Gatlin coparon el podio.

Cinco días después de coronarse campeón de 100 metros con la segunda mejor marca de la historia (9.63), Bolt ha ganado los 200 aunque no ha podido con su récord mundial (19.19), ni con su récord olímpico (19.30).

Bolt partió en 180 milésimas y se benefició de una curva más abierta en la calle siete. Blake, en la cuatro, tardó menos en dejar los tacos (172) pero, obligado a contenerse para no pisar fuera de carril en la curva, desembocó en la recta un paso por detrás del plusmarquista mundial.

La aceleración postrera de Blake impidió a Bolt relajarse. Hasta los diez últimos metros el quíntuple campeón olímpico tuvo que apretar los dientes para no verse atrapado por Blake.

Rudisha, de 23 años, llamado a ser el primer atleta que recorre las dos vueltas a la pista en menos de 100 segundos, estremeció los cimientos del estadio en un país que ama con pasión los 800 y los 1.500 metros, dos pruebas que le han dado mucha gloria al atletismo británico.

Sebastian Coe, presidente del Comité Organizador de los Juegos, asistió desde el palco a la exhibición de Rudisha y a la gran carrera del segundo, el botsuanés de 18 años Nije Amos, que batió el récord mundial júnior con la misma marca (1:41.73) que durante dieciséis años, desde 1981, permaneció como récord mundial en poder del propio Coe.

En triple salto, Christian Taylor y Will Claye regalaron a Estados Unidos un doblete que se resolvió por 19 centímetros y en el que el nuevo campeón corrió serio peligro de quedar eliminado, después de arrancar con dos nulos.

Taylor, campeón del mundo, obtuvo el título olímpico con su mejor salto del año (17.81), seguido de Claye -bronce en longitud-, que con una marca de 17,62 se convierte en el primero en 76 años que consigue medallas en triple y longitud en unos mismos Juegos. El japonés Naoto Tajima lo hizo en Berlín 1936 (oro en triple, bronce en longitud).

El estadounidense Ashton Eaton, plusmarquista mundial de decatlón, conquistó su primer oro al aire libre con 8.869 puntos, 24 por debajo del récord olímpico que el checo Roman Sebrle, retirado aquí por lesión, estableció en Atenas 2004.

Su compatriota Trey Hardee, que al comienzo del segundo día llegó a ponerle en algún aprieto, terminó segundo con 8.671 puntos

La medalla de bronce, con 8.523 puntos, fue para el cubano Leonel Suárez, que sigue sin descender del podio en las grandes ocasiones: tercero en los Juegos de Pekín 2008, plata en los Mundiales de Berlín 2009 y bronce en los de Daegu 2011.

Con el estadio ya medio vacío, la jornada concluyó con la segunda medalla de oro olímpica consecutiva para la checa Barbora Spotakova, plusmarquista mundial de jabalina, que batió con un lanzamiento de 69,55 metros a las alemanas Christina Obergfoll (65,16) y Linda Stahl (64.91). La campeona mundial, la rusa Mariya Abakumova, terminó décima con 59,34.

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