En Bron, el barrio de Lyon donde creció Benzema, existe el sentimiento de "medir por un doble rasero"

En el barrio que vio crecer a Karim Benzema, los habitantes afirman estar entristecidos por la exclusión para la Eurocopa-2016 del delantero del Real Madrid, envuelto en el caso de una cinta de contenido sexual de su compañero Mathieu Valbuena y lamentan "que se midan las cosas con doble rasero".

Bron-Terraillon. Sus modestos edificios, sus pequeños pabellones y su estrella de fútbol, Karim Benzema. Aquí todos o casi todos conocen al jugador del Real Madrid que dio sus primeras patadas al balón al lado de la "Caravelle", una copropiedad en vías de rehabilitación, o del estadio Léo-Lagrange.

Una buena parte de la familia del número nueve del Real Madrid reside todavía en este barrio donde, en este viernes por la mañana de vacaciones escolares y de mercado, la primavera empieza a sentirse.

La no convocatoria del exjugador del Olympique Lyonnais, anunciada el miércoles por el interesado y el patrón de la federación francesa, Noël Le Graët, no es una cuestión de estado en Bron, aunque no se oculta la opinión favorable al jugador.

Nasser juega con su hijo de quince años cerca del estadio donde Benzema empezó a calzarse botas de fútbol.

"Es triste, pero no somos el seleccionador", afirma el padre de familia.

"Dicen que (Didier) Deschamps consultó al vestuario antes de tomar su decisión...", añade el hombre de unos cuarenta años, que es pesimista sobre la posibilidad del jugador de volver a la selección francesa.

Como otros habitantes del barrio interrogados, defiende las innegables cualidades deportivas del delantero centro del Real Madrid, reconociendo que no conoce todos los elementos del caso que le ha valido a Benzema una imputación desde noviembre de 2015 y su alejamiento de los Bleus para la Eurocopa-2016.

"Con la opción de Benzema, se pierden chances en cuanto a las posibilidades del equipo. Seguro que otras selecciones le habrían dejado jugar", estima Nasser.

"¡Es un jugador del Real Madrid! ¿Cómo puedes prescindir de un futbolista así? En todo caso es algo bueno para (Olivier) Giroud", sonríe Assad.

"No hay que mezclar el deporte con lo que pasa fuera de él", señala este jovial treintañero, que habla de un Benzema, "generoso", "que no se hace el importante por ser futbolista" y que siempre está muy ligado a un barrio al que vuelve regularmente. Lejos de su imagen de enemigo público número uno del fútbol francés.

"¿Y (Nikola) Karabatic y (Earvin) Ngapeth? Ellos volvieron a la selección francesa y no hubo debate", señala Baptiste, de 15 años.

Como si los habitantes del barrio hubieran hablado ya de ello, muchos hablan de los casos de estas estrellas de balonmano y de voleibol, siendo uno condenado en primera instancia antes de apelar a una multa de 10.000 euros por estafa en el marco de un caso de apuestas trucadas y el otro a tres meses de prisión por agresión a un controlador de la SNCF, la red de ferrocarriles.

"Existe un doble rasero", resume Ali, de 26 años, que espera un autobús. "Si se compara con los otros, es injusto".

Con medias palabras, algunos destacan sin embargo que Karim Benzema no tiene exactamente el mismo rendimiento con los Bleus (27 goles en 81 partidos internacionales) que con el equipo madrileño (21 goles en 22 partidos jugados esta temporada en la liga española).

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