Vitoria.- El Caja Laboral cierra mañana ante Assignia Manresa el año en la ACB con la intención de retornar a la senda de las victorias y cortar la racha de tres derrotas consecutivas que ha encadenado en las últimas jornadas.
Los de Dusko Ivanovic quieren ofrecer a su afición el último triunfo de un año inolvidable tras la consecución del título liguero ante el Regal Barcelona el pasado mes de junio.
Lo que preocupa ahora a los vitorianos es volver a ganar un partido de la competición doméstica, que traerá además el pasaporte para disputar la Copa del Rey en febrero y dejará un poco más cerca la condición de cabeza de serie.
Los baskonistas van a contar con la ausencia de Marcus Haislip, lesionado hace una semana con una rotura de fibras y que aún deberá estar otras dos o tres en el dique seco antes de retornar a la competición.
Ivanovic va a tener una nueva oportunidad de ir modelando su equipo y ver si sus hombres van demostrando la madurez, paciencia y la capacidad para saber leer los partidos que les viene reclamando desde hace varias semanas.
Sobre el Buesa Arena van a comparecer dos equipos con un potencial anotador opuesto. Los vitorianos son el mejor ataque de la Liga, mientras los manresanos llegan con el promedio anotador más bajo de la ACB, con sólo 64 puntos por partido.
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