Cardenal quiere llevar las medidas contra los ultras hasta los descensos deportivos de los clubes

El secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, ha asegurado hoy en Barcelona que el Gobierno ha dicho "basta ya" a la violencia en los estadios de fútbol.

Cardenal ha recordado la convocatoria para el próximo jueves "una reunión entre las comisiones delegadas de la Liga de Fútbol Profesional y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para adoptar una serie medidas que acaben de una vez por todas" con esta lacra.

Una de esas medidas sería, según Cardenal, "la inmediata modificación de los estatutos" de la RFEF para que los cierres de los estadios no se produzcan a instancias del Consejo Superior de Deportes (CSD), "sino que sean los comités de la federación los que los puedan aplicar", tal como señala el reglamento antiviolencia de la UEFA.

En este sentido, el secretario de Estado para el Deporte ha incidido en que, más que tomar nuevas medidas coercitivas para acabar con la violencia dentro y fuera de los estadios, hay que aplicar, a rajatabla, la normativa existente.

"Hay que cerrar campos, poner multas, inhabilitar dirigentes si es preciso, quitar puntos a los equipos o descenderlos de categoría", ha apuntado.

Además, ha reclamado "una mayor colaboración de los clubes" con las fuerzas de seguridad del Estado, para evitar tragedias como la del pasado sábado, en la que un ultra del Deportivo de La Coruña fue asesinado en los aledaños del Calderón antes del Atlético de Madrid-Deportivo.

"Lo que pasó con las entradas con los Riazor Blues se podía haber evitado si ambos equipos hubiesen sido diligentes en cuanto a su actuación y la obligación que tienen de repartir esas entradas", ha comentado al respecto.

Para acabar con la violencia en el fútbol, Cardenal ha abogado por un "movimiento ciudadano" en el que participen todos los agentes sociales, incluidos los medios de comunicación.

En este sentido, ha recordado que, desde esta temporada, el CSD pide a las productoras que televisan los partidos la señal con sonido ambiente de los mismos para detectar posibles manifestaciones de violencia verbal en las gradas.