Champions: al Benfica le ha tocado bailar con la más fría

Con este frío que pela, ¿en qué país no apetece jugar un partido de fútbol? Ante esta pregunta, la respuesta de los jugadores del Benfica posiblemente sería unánime: Rusia. Pero allí van a tener que jugar el partido de ida de octavos de final de la Champions. Lo harán al norte, en San Petersburgo, la antigua capital de los zares. Tendrán que jugar a -12ºC, 25 menos de los que habría en Lisboa a la hora del partido.

Fuentes del Zenit de San Petersburgo aseguran que el césped del estadio Petrovsky estará en buenas condiciones para la disputa de un partido de la máxima competición europea de clubes. Sorprende el dato porque el intenso frío invernal ha congelado el río Nevá, uno de los más caudalosos de Europa y que discurre junto al antiguo estadio donde juega el equipo ruso. 

En el Benfica pueden dar gracias de que no tuvieron que jugar hace unos pocos días, cuando las temperaturas superaban los -20ºC. El general invierno plantea una mínima tregua, algo que seguro agradecerán los futbolistas del equipo portugués.

El equipo portugués, que está en un gran momento de forma y es líder en su liga con cinco puntos de ventaja sobre el Oporto, contará con la baja del ex centrocampista del Real Madrid Javi García, pieza clave del equipo. Quien sí podría actuar en Rusia será Rodrigo, ex delantero de la cantera del Real Madrid que está realizando una magnífica temporada en el Benfica. Ha marcado 14 goles en 21 partidos. También está disponible el argentino Pablo Aimar, otra de las estrellas del equipo.

El frío será el principal enemigo del Benfica además del hecho de jugar como visitante en un campo en el que los rusos no pierden en competición europea desde 2008. Sin embargo, los lisboetas cuentan con dos ventajas: por un lado, la baja por lesión de larga duración (8 meses) de Danny, jugador luso y principal figura del Zenit. Por otro lado, el hecho de que los rusos no han jugado un partido oficial desde diciembre y no están rodados.