La épica del Málaga, la leyenda empezó con el video que grabaron los jugadores. Del césped de la Rosaleda salía fuego, el mismo con el que Julio Bapstista labraba el escudo del Málaga. Con banderas, con pinturas de guerra Willy Caballero, el portero, cogía con las manos que llevarían al Málaga a cuartos de final de la Champions, la bandera.
El Málaga estaba preparado y la afición también. En La Rosaleda se escuchó durante todo el partido el grito de guerra: 'Sí se puede'. Y se pudo porque los jugadores de Pellegrini salieron motivados desde el primer minuto de juego, desde los delanteros hasta la defensa...
El árbitro Rizzoli estuvo a punto de incendiar el partido, cuando anuló un gol legal a Saviola en el 39, por una falta inexistente de Baptista dentro del área. Este es el momento en el que el Málaga demostró el poder de concentración. Sin perderse en protestas innecesarias Isco marcaba un golazo para empezar a hacer historia. Una leyenda que remataría con un gol con la cabeza, más bien con la oreja, Santa Cruz.
El 2-0 clasificaba al Málaga para los cuartos de final de la Champions League. El viernes estará en el sorteo junto al Real Madrid y al Barcelona.
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