A tres días de enfrentarse al Atlético de Madrid, el Chelsea se disparó en el pie en su pelea por la Premier League tras caer en casa ante el Sunderland, el colista de la competición a quien aventajaba en 49 puntos antes de empezar el partido. Un penalti dudoso cobrado a Azpilicueta y trasformado por Borini pone al borde del precipicio a los hombres de Mourinho, con dos puntos de déficit sobre el Liverpool, que juega mañana, y sólo tres jornadas para el final. La primera derrota liguera de Mourinho en su campo con el Chelsea después de 76 partidos invicto trajo aparejada el casi adiós a la liga. El Sunderland se unió al Barcelona (2006) y Basilea (2013) en ganar a Special One en su estadio.
Empezó el partido bajo un guión ideal para el Chelsea, que se adelantó en el marcador gracias a un gol de Eto'o de cabeza a la salida de un córner. A partir del tanto empezó a desvencijarse el Chelsea, que dio al Sunderland muchas y variadas razones para creerse en condición de asaltar Stamford Bridge. Antes de llegar a los veinte minutos, Wickham aprovechó un rechace deficitario de Schwarzer para hacer el empate.
Regresó del descanso mucho más consciente de lo que se jugaba el Chelsea y ciertamente no mereció perder. Sobre todo desde que entró al campo Fernando Torres, que dispuso de un ramillete de ocasiones, tuvieron los hombres de Mourinho la opción de marcar. La más clara fue de Schürrle, que con un violento zapatazo pudo poner el dos en el marcador del Chelsea. Ya lucía desde instantes antes en el del Sunderland, que había aprovechado un dislate de Azpilicueta, un desafortunado tropezón que terminó en el penalti posterior, para hacer saltar la banca.
No encontró ni siquiera el empate el Chelsea, a quien le queda rezar porque el Norwich le haga un favor ante el Liverpool. El Atlético se encontrará un rival que vio volar la Premier League.
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