"El cambio para la continuidad". El doctor Chung Mong-Joon, personalidad clave del fútbol asiático, eligió un lema centrado en la ruptura con las prácticas del pasado y la transparencia, para su campaña a la presidencia de la FIFA.
En términos de imagen, su tiro se fue desviado. El millonario surcoreano, miembro de la familia propietaria del gigante automovilístico Hyundai, fue suspendido este jueves por la Comisión de Ética de la FIFA por seis años, además de recibir una multa de 100.000 francos suizos (91.500 euros).
El martes, Chung se había adelantado diciendo que estaba amenazado de una suspensión de 19 años, como sospechoso de infracciones en el marco de la atribución de sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.
La Comisión precisó este jueves que el procedimiento contra él se abrió en enero de 2015 y afectaba efectivamente a los procesos de designación de los Mundiales de 2018 y 2022, que fueron para Rusia y Catar, respectivamente. Se consideró, sobre todo, que el surcoreano había contravenido el Código de Ética de la FIFA sobre las reglas de conducta, la confidencialidad y el deber de cooperación.
El francés Jérôme Valcke, mano derecha de Blatter como secretario general de la FIFA, recibió el jueves una suspensión de 90 días, aunque él "niega de manera no equívoca las falsas acusaciones formuladas contra él", según un comunicado transmitido por su abogado.
La FIFA ya apartó de sus funciones a mediados de septiembre a su secretario general, después de que la prensa lo involucrara en un caso de reventa en el mercado negro de entradas para el Mundial de Brasil-2014.
En junio se había visto salpicado por acusaciones sobre transferencia de fondos a una cuenta del exvicepresidente de la FIFA Jack Warner, procedentes de Sudáfrica. Esa acusación fue la gota que colmó el vaso del escándalo de la FIFA y que terminó llevando a Blatter a anunciar su próxima marcha.
La carrera de Valcke, experiodista de 55 años, ya había tenido un serio contratiempo hace casi una década. En 2006 fue despedido de la FIFA por un litigio entre dos patrocinadores de la FIFA, Mastercard y Visa, que costó 90 millones de dólares (unos 82 millones de euros) a la organización. Seis meses después fue reintegrado, con ascenso incluido, al convertirse directamente en el número 2 de Blatter.
Issa Hayatou en la FIFA y Ángel Villar en la UEFA. La suspensión provisional de Joseph Blatter y Michel Platini conlleva además las designaciones de sus dos "vicepresidentes sénior" como sustitutos interinos.
El primero, camerunés de 69 años y patrón del fútbol africano, es también presidente de la Comisión de Finanzas de la FIFA. Fue rival de Blatter en la elección a la presidencia de la FIFA en 2002, antes de pasar a ser un gran aliado del suizo.
En la UEFA, el "primer vicepresidente" asumirá las funciones de presidente interino y ese honor recae en Ángel María Villar, de 65 años y presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Exjugador del Athletic de Bilbao, es miembro del Comité Ejecutivo desde 1992.
Una fuente próxima a la organización europea preciso que Villar presidirá si hay una reunión importante, pero que la gestión de los asuntos corrientes debería corresponder al secretario general de la instancia, Gianni Infantino.
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