Comisionado Stern habla de su posible retirada y Hunter, de la paz laboral

  • El comisionado de la NBA, David Stern, y el director ejecutivo del sindicato de jugadores, Billy Hunter, escenificaron en Orlando la nueva paz laboral que se vive dentro del deporte del baloncesto profesional tras superar el cierre patronal que costó la perdida de dos meses de competición.

Orlando (EEUU), 26 feb.- El comisionado de la NBA, David Stern, y el director ejecutivo del sindicato de jugadores, Billy Hunter, escenificaron en Orlando la nueva paz laboral que se vive dentro del deporte del baloncesto profesional tras superar el cierre patronal que costó la perdida de dos meses de competición.

Stern no quiso hacer ningún comentario sobre el apartado laboral al indicar que la liga había recuperado su capacidad de competir al máximo y en igualdad de condiciones para todos.

Mientras que centró su discurso en lo que será su futuro como comisionado, concretamente la decisión que tome de establecer la fecha de retirada del cargo.

Stern, de 69 años, no tiene todavía la certeza de cuando se retirará, aunque sí considera que el pasado convenio laboral fue el último que negoció como comisionado, de ahí que haya hecho su primera apuesta por el vice-comisionado desde 2006, Adam Silver.

El comisionado de la NBA considera que Silver se ha convertido en un ejecutivo de gran profesionalidad y con un extraordinario nivel de preparación.

"No tengo ninguna duda de seleccionarlo como mi sustituto si fuese mía la decisión, pero serán los dueños los que tengan la última palabra", declaró Stern, en Orlando, donde se celebra la 61 edición del Fin de Semana de las Estrellas.

Stern no quiso decir cuándo abandonará el cargo, aunque anticipa que será antes de la sesión de negociaciones del próximo convenio colectivo.

Mientras que Hunter dijo sentirse satisfecho de como había evolucionado la competición después del paro laboral en cuanto a los ingresos.

"Creo que la audiencia de televisión mejora, la asistencia de espectadores y venta de mercancías también se incrementa, lo que significa que son signos positivos, de acuerdo a lo datos que obtengo del comisionado Stern", declaró Hunter.

El jefe del sindicato, que este año no programó una reunión de la organización, dijo que los primeros datos oficiales económicos que recibirán en marzo de la NBA espera que los ingresos hayan sido positivos.

La repartición de los mismos fue el gran obstáculo en la negociación colectiva que al final se saldó con el 50 por ciento para cada parte, a diferencia del 57 que recibían los jugadores en el antiguo convenio colectivo.

Hunter admitió que espera que lo que muestren los datos oficiales puedan ser satisfactorios para los jugadores, dado que los primeros informes preliminares apuntan en esa dirección, como manifestó el propio Silver, encargado de todo el sistema operativo de la NBA.

Tanto Hunter como la NBA han reconocido que la incursión de Jeremy Lin ha sido algo muy positivo para la recuperación de un mercado como el de Nueva York, el más importante del país, y la repercusión que ha tenido en toda Asia la figura del primer jugador estadounidense de origen taiwanés que llega a la liga.

Sin embargo, ya comienza a haber preocupación porque Lin no ha dado la mejor imagen en Orlando, e inclusive entre el resto de los propios jugadores de la NBA están ya cansados que sólo se hable de un jugador que sólo ha tenido tres semanas buenas de competición.

"Creo que tenemos que ser cautelosos con todo lo que está sucediendo, aunque lo importante es que como sucedió con la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) una vez que llegamos a una acuerdo los aficionados se sintieron aliviados porque no se perdió por completo la competición", valoró Hunter.

El máximo responsable del sindicato de jugadores destacó que la llegada de nuevos valores a la liga ha sido buena y espera que cuando en el verano se dé la firma de los agentes libres, los dueños no tengan excusas para pagar a los profesionales lo que se merecen.

Hasta entonces, y sin entrar en los efectos negativos que está teniendo la temporada de 66 partidos en menos de cuatro meses, la paz laboral dentro de la NBA vivió en Orlando la escenificación perfecta del mundo de Walt Disney.

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