Cómo ha cambiado Fernando Torres desde su debut en el Atlético hasta enfrentarse a ellos con el Chelsea

    • Debutó con 17 años y se convirtió en el capitán con 19, era el niño preferido de Luis Aragonés y compañero del 'Cholo' Simeone en el vestuario.
    • Es campeón de Europa con el Chelsea y con España, además de levantar la Copa del Mundo igualmente con 'La Roja'.

Cuando Fernando Torres debutó un 27 de mayo de 2001 en el Vicente Calderón, pocos podía imaginar la espectacular carrera que tenía ese joven pecoso y de pelo rubio por delante. Se hizo futbolista con la camiseta rojiblanca, la que defendió durante siete temporadas, dos de ellas en Segunda División.

Se convirtió en el capitán del Atlético con 19 años, el niño preferido de Luis Aragonés y compañero del 'Cholo' Simeone, con quien compartió vestuario como jugador. Acudió a la Eurocopa de 2004 y su madurez se veía reflejada en su cara. Como futbolista avanzaba a pasos agigantados y se le quedó pequeño un Atlético que no era capaz de competir en Europa.

El Liverpool se fijó en él y se hizo con sus servicios a cambio de 36 millones de euros. 'The Kid' sorpendió a todos y sus cifras coleadoras superaron las espectativas. Se convirtió en un delantero de referencia a nivel mundial y se coronó con el gol en la final de la Eurocopa de 2008 entre España y Alemania (1-0).

Fernando continuaba su progresión, pero una lesión en la rodilla le frenó. Consiguió llegar a tiempo al Mundial de Sudáfrica y logró levantar la Copa del Mundo junto a una de las mejores selecciones de la historia. El de Fuenlabrada trabajó para recuperar su fútbol y el Chelsea le fichó por 58 millones de euros, convirtiéndose en el fichaje español más caro de la historia.

Siete años después de su marcha le ha tocado enfrentarse a su exequipo en las semifinales de la Champions League. En el partido de ida se marchó aplaudido del Vicente Calderón y en el de vuelta no celebró su gol. 'El niño' no fue capaz de festejar un tanto al equipo de sus amores, el equipo del que es hincha. Al final del partido volvió a marcharse ovacionado por los aficionados del Atlético, a los que les devolvió el aplauso.

Durante este tiempo, el nueve ha sido y es uno de los grandes embajadores del Atlético, un club al que siempre ha profesado cariño y del que nunca ha renegado. Por eso se preocupó de airear su procedencia cuando enarboló una bandera con el escudo del Oso y el Madroño en las celebraciones con la selección española por la conquista de la Eurocopa de 2008.

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