Confederación Brasileña de Voleibol confirma pagos sospechosos a empresas

  • La Confederación Brasileña de Voleibol (CBV) confirmó hoy que hizo pagos por 5,5 millones de reales (unos 2,5 millones de dólares) a terceras empresas en contratos bajo sospecha de corrupción de dos dirigentes.

Río de Janeiro, 14 may.- La Confederación Brasileña de Voleibol (CBV) confirmó hoy que hizo pagos por 5,5 millones de reales (unos 2,5 millones de dólares) a terceras empresas en contratos bajo sospecha de corrupción de dos dirigentes.

Están bajo sospecha el actual secretario general de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), Fábio Azevedo, y el anterior superintendente general de la CBV, Marcos Pina, dueños de las dos empresas que recibieron las sumas de dinero.

El pago de los recursos bajo sospecha fue confirmado por una auditoría externa contratada por la CBV después de que la cadena ESPN denunciase las supuestas irregularidades el pasado febrero.

El director de mercadotecnia de la CBV, Renan Dal Zotto, presentó hoy el resultado de la auditoría en una rueda de prensa y confirmó la existencia de los contratos sospechosos, pero dijo que todavía se tiene que constatar "si existe realmente ilegalidad" en ellos.

"Si ocurrieron errores, iremos tras nuestros derechos. Este es nuestro compromiso. Primero, saber legalmente lo que ocurre. Después, si hubo fallos, tendrán que ser reparados. Y los responsables tendrán que pagar. Haremos lo posible judicialmente para resolver todas las cuestiones que fueron denunciadas y todas las otras que percibimos en estos cuatro meses", afirmó Dal Zotto.

Los contratos en cuestión fueron firmados por la CBV con la empresa de Azevedo, llamada S4G, y la de Pina, SMP, y se refieren a su intermediación en la negociación de un contrato de patrocinio con el estatal Banco do Brasil para el quinquenio 2012-2017.

SMP recibió 2,6 millones de reales (unos 1,2 millones de dólares) en un contrato de duración de cinco años, que fue roto por la CBV el pasado octubre, y S4G se ha embolsado 2,9 millones de reales (unos 1,3 millones de dólares) en un contrato que sigue en vigor, según la auditoría.

Marcos Pina fue destituido como superintendente general de la entidad el pasado febrero cuando se conoció el escándalo.

Azevedo era dirigente de la CVB y asumió su cargo de director general de la FIVB acompañando al brasileño Ary Graça Filho, quien fue presidente de la CVB hasta el año pasado y ahora es presidente de la federación internacional.

El Banco do Brasil, que patrocina a la CBV desde hace 23 años, amenazó con cancelar el contrato si la entidad no aclara los hechos denunciados rápidamente y si no toma medidas correctivas.

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