Coordinador federativo de partidos advierte que es difícil penalizar insultos

Valencia, 11 dic.- El coordinador de partidos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Miguel Ángel López, advirtió este jueves que es complejo penalizar los insultos de la afición en los campos como ha propuesto la Liga de Fútbol Profesional (LFP), pero aseguró que se debe exigir a los clubes acabar con los grupos ultra y con la politización de las gradas.

"En mi opinión personal se puede dar situaciones como la de que aficionados de otros equipos se infiltren en las gradas locales para poder perjudicar al rival. Es algo que ya pasó en la (Copa de la) UEFA hace muchos años. Decirlo es fácil, pero llevarlo a la práctica es muy complejo", insistió.

López realizó estas declaraciones a EFE antes de participar en una mesa redonda sobre la seguridad en eventos e instalaciones deportivas dentro del máster de gestión de empresas deportivas que se realiza en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).

Respecto a los grupos ultras organizados en las gradas, recordó que los clubes dejaron que hubiera estos grupos "porque pensaban que eran los que más animaban y permitieron que hubiera ideologías en las gradas, extrema derecha y extrema izquierda".

"Hay que erradicar la política de las gradas y si lo clubes no lo hacen por las buenas, lo tendrán que hacer por las menos buenas", añadió.

López apuntó que, en cualquier caso, los últimos episodios vividos no suponen que lo ocurrido sea un fenómeno reciente achacó lo que había pasado "a la cobertura que encuentran determinados individuos en un deporte de masas como es el fútbol".

"Las situaciones no son nuevas. La violencia en el fútbol ha existido porque tiene un componente de fenómeno de masas que no tienen otros deportes y por ello hay gente descerebrada que lo aprovecha para tratar de que se hable de ellos", afirmó.

Además, advirtió de que "cuanto más se hable de ellos es peor porque eso genera un efecto simpatía" y afirmó que será difícil erradicar la violencia completamente porque "es algo que seguirá existiendo mientras haya descerebrados".

"De cada cien personas que van al fútbol, dos van a ver jugar al fútbol, otras dos van a ver jugar a su equipo y el resto va a ver ganar a su equipo. Eso genera una violencia en potencia", aseguró.

En su opinión, para minimizar al máximo las consecuencias de este tipo de situaciones hay que centrarse en la educación y el Gobierno debería implicarse, aunque sin centrarse exclusivamente en los más jóvenes.

"Hay un tema de educación e igual que en su momento se introdujo la educación vial para los jóvenes, ahora se debería hacer algo similar. Es un tema del Gobierno", señaló López, que reconoció que "en los últimos años ha habido un repunte de este tipo de situaciones en partidos de categorías inferiores".

"Hay que implicar a los padres porque tenemos detectado que algunos son peores que muchos fanáticos. Ven en su hijo a un posible Messi. Yo me he tenido que ir de algún partido por los insultos al árbitro o por lo que decían del niño que jugaba en el lugar de su hijo", recordó López.

En cuanto a los dispositivos de seguridad que dependen de la Federación, como son las finales de la Copa del Rey, López explicó que tratan siempre de que "no se mezclen aficionados" y señaló que con la ayuda de los clubes consiguen identificar "a los que compran las entradas".

"En los últimos once años no hemos tenido incidentes importantes. También solemos dividir las ciudades donde se juega la final para evitar problemas", explicó.