El 26 de junio de 1993, el Real Madrid conquistaba la Copa del Rey en Mestalla al vencer al Zaragoza por dos goles a cero. Han pasado más de diecisiete años desde entonces, y el equipo de Chamartín no ha vuelto a levantar el trofeo del KO. Diecisiete años de decepciones, acrecentados en la última década por descalabros ante equipos de inferior categoría y ante enemigos supuestamente más débiles.
El Toledo marcó el inicio de la década negra, la del 2000, cuando eliminó al equipo entonces entrenado por Vicente del Bosque en el Salto del Caballo cuando las primeras eliminatorias se disputaban a partido único. Corrales y Rivera, los únicos canteranos que el técnico charro alineó en aquel partido no pudieron impedir la derrota por 2-1 y la eliminación en treintaidosavos de final en una fecha histórica para los castellano-manchegos: el 13 de diciembre.
Un año después, en la temporada 2001-2002, todo estaba preparado para que el Real Madrid levantara el título. La final se jugaba en el Bernabéu y la fecha coincidía con el centenario del club blanco, el 6 de marzo de 2002, como homenaje al mejor equipo del siglo XX. El Deportivo, en teoría un convidado de piedra a la fiesta, se acabó llevando el título con los goles de Sergio y Diego Tristán y dejando para la historia un nuevo término en la historia del fútbol español: el 'centenariazo'.
El golpe fue duro para los galácticos y pese a ganar la novena Copa de Europa esa misma temporada con el mítico gol de Zidane en Glasgow, el equipo no levantó cabeza en la copa nacional en las siguientes temporadas. El Mallorca les eliminó en la 2002-2003 con una goleada por 4-0 en la vuelta de cuartos de final que escoció y mucho. Un año después, el Zaragoza alzaba el título al ganar en la final disputada en Montjuic por 2-3 en la prórroga. Fue el principio del fin para una generación, la de los galácticos, que no volvió a ser lo que fue.
Porque tres equipos supuestamente más débiles que los blancos se encargaron de romper los sueños de volver a ganar la Copa en las siguientes temporadas. Si el Valladolid eliminaba a los blancos en la 2004-2005 con un doble empate en octavos de final, el Zaragoza volvía a ejercer de verdugo un año después con el histórico 6-1 en La Romareda que los de López Caro se quedaron a las puertas de remontar en el Bernabéu, y el Betis se unió a la rebelión de los débiles dejando fuera a los merengues con otro doble empate y el pase por el valor doble de los goles en campo contrario.
El Mallorca volvió a cruzarse en el camino del Real Madrid en la 2007-2008 ganando los dos partidos de su eliminatoria, un año antes de que volvieran los fantasmas del pasado. Lo sucedido en Toledo en el año 2000 volvía a repetirse en 2009 cuando el Real Unión eliminaba a los blancos con dos condicionantes que hacían la derrota aún más dolorosa: fue a doble partido y acabó con la carrera de uno de los jugadores más prometedores del fútbol español, Rubén de la Red, quien se derrumbó en el césped del Stadium Gal y no volvió a pisar un terreno de juego. Bern Schuster clavó su tumba deportiva en esa eliminatoria.
Un año después volvió a saltar la sorpresa con el ya famoso 'alcorconazo', el 4-0 que el modesto equipo madrileño endosó a los de Manuel Pellegrini y que marcó el comienzo del fin del técnico chileno en el Real Madrid. Se cumplían 17 años sin Copa… una cifra que el Sevilla quiere ampliar para, de paso, seguir haciendo historia en esta competición: ha disputado cinco de las últimas siete semifinales. A eso se le llama tradición.
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