Cada vez son menos las sorpresas que se ven en la Copa del Rey, aunque temporada a temporada se dan casos de equipos pequeños que se comen al grande. El torneo del K.O siempre fue el de los partidos 'locos' por excelencia, los duelos de goles y las noches de remontadas. Bien lo saben Real Madrid y Barcelona, pero también existen más casos.
La eliminación más dolorosa de la historia para el Real Madrid fue la del famoso 'alcorconazo' en 2009. El equipo entonces dirigido por Pellegrini, sufrió una derrota por cuatro goles a cero contra el Alcorcón, que después no pudo remontar en el Bernabéu. Los dos goles de Borja, uno de Ernesto y otro más en propia puerta de Arbeloa obraron el milagro y pusieron al chileno con pie y medio fuera del club blanco.
El Real Madrid también fue eliminado por otros dos equipos de Segunda B, el Real Unión de Irún en 2008 y el Toledo en el 2000, que ganó al equipo blanco por dos goles a uno, a partido único, en el Salto del Caballo.
El Barcelona, ha sido eliminado igualmente tres veces por equipos de Segunda B. En 2001 y 2004, el Figueras y la Gramanet completaron la machada en la prórroga, y en el 2002, el Novelda ganó por tres goles a dos a los azulgrana.
El CD Mirandés se coló en los informativos de deportes en la temporada 2011/2012 y en el corazón de muchos españoles. Eliminó a tres 'primeras', siendo un equipo de Segunda B encabezado por Pablo Infante. Amorebieta, Linense, Logroñés, Villarreal, Racing de Santander y Espanyol fue el camino hasta llegar a semifinales, donde se cruzaron con el Athletic de Bilbao. A punto estuvieron de meterse en la final, que hubiera sido histórica, contra el Barcelona.
La mayor goleada del torneo se dio cuando todavía se denominaba Copa del Generalísimo. El Real Gijón ganó por 13 goles a cero al Club Avilesino, para completar un 19-1 en la eliminatoria.
Los mejores equipos de Primera han sufrido las peores goleadas en Copa: Athletic 12-1 Barcelona, Espanyol 8-1 Real Madrid, Barcelona 7-0 Athletic, Celta de Vigo 8-0 Atlético de Madrid, Real Madrid 8-0 Sevilla, Athletic 10-1 Zaragoza y Alavés 7-0 Valencia son algunos de los ejemplos.
La única vez en la historia que un equipo filial se enfrentó al primer equipo en una final fue en la Copa del Rey en 1980, cuando el Real Madrid ganó por seis goles a uno al Castilla en un partido disputado en el Santiago Bernabéu.
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