Guardiola dejó claro desde que llegó al Barcelona que su portero titular sería en Liga y Champions sería Víctor Valdés, y que la Copa era para Pinto. Nada le hizo variar esta idea, ni disputar la final ante el Athletic de Bilbao en 2009, ni la eliminación en 2010. La temporada pasada volvió a ocupar la portería en esta competición, y llevó a los suyos hasta la final de Mestalla.
En el estadio valencianista se disputó uno de los partidos más esperados en el mundo del fútbol, con Real Madrid y Barcelona frente a frente y con un título en juego. Los blancos salieron ganadores, y lo hicieron con un gol en la prórroga de Cristiano Ronaldo. El remate de cabeza del luso entró por el centro de la portería, y el meta culé quedó señalado.
No fueron pocas las voces que le achacaron su responsabilidad en el gol, y culparon también a Guardiola por no haber contado con Valdés. Su entrenador y sus compañeros le defendieron y apoyaron, pero en su interior, esa acción se quedó grabada. Se puso como objetivo regresar a nueva final, y ganarla.
Pinto es uno de los jugadores más queridos dentro del vestuario blaugrana, Guardiola sigue confiando en él, y el club le ha recompensado con una reciente renovación de su contrato. Pero él cree que tiene una cuenta pendiente con todos ellos y con la afición, y ahora, tras eliminar a Osasuna, podrá comenzar a saldarla.
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