El panorama ha cambiado radicalmente para Ricardo Carvalho en las últimas semanas. El portugués era un jugador marginal en la plantilla del Real Madrid en los meses veraniegos y, ante las bajas que sufre el conjunto blanco, Carvalho se ha convertido en una pieza indispensable para la defensa de José Mourinho. Con el duelo frente al Valencia de Copa del Rey a la vuelta de la esquina, la importancia de Carvalho es todavía mayor. Por eso, seguramente, descansó en Pamplona.
Y es que Carvalho, aunque Ramos y Pepe no fueron de la partida contra Osasuna por diversos motivos, tampoco jugó ni un solo minuto en el empate sin goles en Pamplona. Entró Albiol en el once, que hizo pareja con Varane, apoyados por Arbeloa y Coentrao en los laterales.
Pero contra el Valencia, en los cuartos de final de la Copa del Rey, la cosa pinta diferente. Ricardo Carvalho tiene todas las papeletas para ser titular, como ya lo fue en la ronda anterior frente al Celta, siendo además el jugador del Real Madrid más destacado. Aquella versión de Carvalho recordó a la de su primera temporada en el conjunto blanco, cuando junto a Pepe formó una gran pareja de centrales, ya que Sergio Ramos aún jugaba como lateral derecho.
Las cosas son muy diferentes al mes de agosto. En el mercado de verano, Carvalho estuvo varias semanas apartado de la primera plantilla del Real Madrid, entrenando con el Castilla y hasta hubo rumores de una salida hacia el Queens Park Rangers. Pero se mantuvo en el equipo.
A sus 34 años, Carvalho sólo ha disputado un encuentro en Liga y otro en la Champions League, además de los cuatro en la Copa del Rey. Contra el Valencia, Carvalho volverá a ser imprescindible en la zaga blanca.
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