Coutts agranda su leyenda con la cuarta Copa América para tres países diferentes

  • Valencia.- El regatista neozelandés Russell Coutts ha agrandado su leyenda en la Copa del América al convertirse en el primero en conquistar la Jarra de las Cien Guineas con tres países diferentes, con Nueva Zelanda (New Zealand) en dos ocasiones, con Suiza (Alinghi) y ahora con Estados Unidos (BMW-Oracle).

El Alinghi promueve el talento de promesas suizas de vela y apoya al equipo olímpico
El Alinghi promueve el talento de promesas suizas de vela y apoya al equipo olímpico

Valencia.- El regatista neozelandés Russell Coutts ha agrandado su leyenda en la Copa del América al convertirse en el primero en conquistar la Jarra de las Cien Guineas con tres países diferentes, con Nueva Zelanda (New Zealand) en dos ocasiones, con Suiza (Alinghi) y ahora con Estados Unidos (BMW-Oracle).

El director general del BMW-Oracle se acaba de proclamar en Valencia campeón de la 33 edición de la regata deportiva más antigua del mundo, después de que el trimarán de su equipo se impusiera por 2-0 al defensor suizo Alinghi, con el que Coutts había conquistado su anterior trofeo de esta centenaria regata en 2003.

Antes de fichar por el Alinghi, el también campeón olímpico en la clase Finn y tres veces campeón del mundo de match race, conquistó la Jarra de las Cien Guineas con el New Zealand, el equipo de su país, donde fue considerado "un traidor" cuando a golpe de talonario les dejó plantados para llevar el timón del equipo suizo.

Aunque los tres títulos anteriores fueron como caña y ahora es director general, Coutts ha hecho méritos en esta edición para ser laureado porque el propietario del BMW-Oracle, Larry Ellison le dio plenos poderes para organizar el mejor equipo y devolver la Copa a Estados Unidos después de quince años y ha cumplido.

Coutts ha pasado a ser en la 33 edición uno de los principales protagonistas, después de que sus diferencias con su ex jefe, Ernesto Bertarelli, propietario del Alinghi, le convirtiera en el gran ausente en la pasada edición en Valencia en 2007, donde no pudo participar con ningún equipo.

El neozelandés ya había entrado en la leyenda de la Copa al igualar los registros de legendarios patrones como Charles Barr o Harold Vanderbilt con tres Copas del América seguidas o del estadounidense Dennis Conner, que las gano de forma no consecutiva, y ahora ha potenciado su historial.

El neozelandés recibió galones de héroe en su país cuando en 1995 se convirtió en el patrón más joven en levantar a la caña del Black Magic y luego, en el país helvético al dar el triunfo a Alinghi en el debut suizo y permitir que el trofeo regresara a Europa, donde no había regresado en más de siglo y medio de historia.

Con el Black Magic, Coutts venció en 1995 al Young América estadounidense y en 2000 al Luna Rossa italiano, lo que hizo que Nueva Zelanda fuera el primer sindicato no estadounidense en renovar su título, un hito para un país con tanta tradición en vela como es el austral.

Su 'deserción', junto a la de otros regatistas neozelandeses, hacia el equipo suizo, dio al debutante Alinghi una experiencia determinante para tumbar por 5-0 al Black Magic en la bahía de Auckland.

Pero, la andadura de Coutts, de 47 años, por el sindicato suizo fue efímera, de apenas quince meses, porque fue despedido de forma fulminante en junio de 2004, según justificaron en el seno del defensor, por incumplir reiteradamente con sus obligaciones.

Según argumentó el Alinghi, el campeón neozelandés había rechazado ponerse al mando del barco en varias regatas donde el equipo se lo requirió, una situación que consideraron "insostenible" y que propició que Bertarelli despidiera a Coutts, que anunció medidas legales al considerarlo un despido contrario a sus derechos.

Muchos cuentan que el patrón neozelandés quería más poder y el choque entre Coutts y Bertarelli era constante, pero la verdad es que ahí empezó un 'culebrón' que tenía visos de tragedia deportiva, aunque a finales de marzo de 2005 llegaron a un acuerdo, el magnate suizo le indemnizó pero le prohibió participar en la 32 edición.

Valencia perdió entonces un mito pero como el propio Coutts afirmó la leyenda seguiría viva porque él continuaría siendo "un personaje importante del mundo de la vela", como ha demostrado en su resurgir de nuevo en Valencia, al arrebatar en su primera ocasión el trofeo a su ex equipo y devolverlo a Estados Unidos.

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