La derrota ante el Sporting de Gijón, además de dolorosa porque ha dejado la Liga a tiro de milagro, y quizá ni eso, le demostró una cosa a José Mourinho: hay jugadores en el Real Madrid imprescindibles. Uno de ellos, Xabi Alonso, se perdió ese encuentro por tarjetas, por lo que su presencia ante el Tottenham en la Champions estaba asegurada. Sin embargo, otros tres futbolistas, Karim Benzema, Cristiano y Marcelo, seguían con sus problemas físicos, a los que se unió Ángel Di María, que acabó el choque con un golpe en el cuádriceps.
El francés Benzema, que se había lesionado con su selección, pronto quedó descartado para la ida de cuartos de final de la Champions, pero Mourinho enseguida dejó claro que pensaba arriesgar con los otros tres. Con el Barcelona a ocho puntos en la Liga, tocaba apostar por las Copas. Los jugadores, por su parte, aceptaron apurar su recuperación para llegar a un partido clave.
Para Cristiano Ronaldo, no iba a ser el primer riesgo que corría esta temporada. Se lesionó marcando un gol al Málaga y por acelerar su puesta a punto para jugar contra el Olympique en Champions y el Atlético en Liga acabó recayendo. Su bíceps femoral dijo basta. Le disgnosticaron al menos 2 semanas de baja y en seguida se vio que llegaría muy justo, si llegaba, al partido contra el Tottenham del Bernabéu.
CR7 aceleró su recuperación en jornadas intensivas y pudo ser titular. Se le vio un poco falto de velocidad, pero fue un incordio permanente para los ingleses por sus continuas apariciones en ataque. Fiel a su estilo, no se cansó de rematar a puerta y acabó logrando el premio del gol en los minutos finales. Un tanto que perseguía el portugués, harto de que le recuerden que con el Real Madrid no ha marcado en muchos partidos vitales.
Marcelose recupera de un choque con un compañero
Otro de los jugadores que estaban renqueantes era Marcelo Vieira. El brasileño sufrió un golpe muy doloroso en un entrenamiento de la selección brasileña el 25 de marzo y los médicos le recomendaron reposo. Se llegó a hablar de posible fisura en las costillas por los problemas respiratorios del lateral izquierdo, pero todo quedó en un susto.
Ante el Tottenham, el brasileño volvió a ser un estilete en ataque, creando muchos problemas por su banda. Suyo fue el pase a Emmanuelle Adebayor en el segundo tanto del togolés. Se encuentra en el mejor momento desde que llegó al Real Madrid hace cuatro años y pico. Marcelo fue el protagonista de una acción que dio un giro al partido al provocar la expulsión, muy rigurosa, de Peter Crouch por doble tarjeta amarilla.
Di María no se pierde el choque
Ante el Sporting, Di María pasó casi más tiempo sobre el césped del Bernabéu que de pie. Fue de los jugadores más activos y los defensas del Sporting le hicieron varias faltas. En una de ellas, se llevó un golpe en el cuádriceps izquierdo que le dejó fuera de los siguientes entrenamientos del equipo blanco.
El Tottenham sufrió en sus carnes el fútbol vertical del extremo argentino, un jugador imprescindible cuando hay que abrir la lata. El premio al esfuerzo del futbolista llegó cuando provocó la expulsión de Peter Crouch y después cuando marcó un gol por la escuadra con su pierna buena, la izquierda. Con ese tanto, el Real Madrid tenía un pie en las semifinales de la Champions, y el posterior gol de Cristiano ha metido pie y medio. Sólo una gesta del Tottenham en White Hart Lane podría impedir que el club, ocho años después, vuelva a estar entre los cuatro mejores de Europa.
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