Cuatro jugadores suspendidos por admitir primas por lesionar a rivales

Redacción Deportes EEUU, 2 may.- La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) suspendió hoy al linebacker (apoyador) de los Saints de Nueva Orleáns, Jonathan Vilma, para toda la temporada de 2012, por recibir primas ilegales por lesionar a rivales y sacarles del partido y se unió a otros tres jugadores, sancionados por igual motivo.

Una investigación de la NFL determinó que los Saints tenían un sistema de compensaciones económicas entre 2009 y 2011 que ofrecía miles de dólares a los jugadores por golpear a rivales y dejarlos fuera de juego.

Los blancos incluían a los "quarterbacks" Aaron Rodgers, Cam Newton, Brett Favre y Kurt Warner. Los jugadores de los Saints recibían 1.500 dólares por los golpes que dejaran fuera de combate a los oponentes y 1.000 si dejaban fuera del partido a un jugador; además los premios económicos se duplicaban o triplicaban en las eliminatorias por el título.

En un principio, la NFL había indicado que entre 22 y 27 jugadores defensivos estaban involucrados en la estrategia ilegal, que fue idea del entonces coordinador defensivo de los Saints, Gregg Williams, y comenzó en la temporada cuando Nueva Orleáns ganó su único campeonato de Súper Bowl.

Junto a Vilma, los otros tres jugadores suspendidos son el tackle defensivo Anthony Hargrove, que ahora está con los Packers de Green Bay, que se perderá ocho partidos, el ala defensiva Will Smith, de los Saints, cuatro partidos; y el apoyador Scott Fujita, que juega con los Browns de Cleveland, tres encuentros.

Todas las suspensiones implican que los jugadores no podrán recibir ningún tipo de compensación salarial, aunque cuentan con el derecho de apelar la decisión dentro del plazo de tres días.

El comisionado de la NFL, Roger Goodell, sería el encargado de ver sus apelaciones, pero no se espera que vayan a tener éxito, dada la gravedad del asunto y el escándalo que se ha generado dentro de la NFL por el ilegal y polémico programa de primas.

"Ningún programa de premios económicos puede existir sin la participación activa de los jugadores", declaró Goodell en un comunicado de la liga anunciando las sanciones.

"La evidencia claramente demostró que los jugadores que hoy están rindiendo cuentas, voluntaria y de forma entusiasta adoptaron el programa de primas. Los jugadores recibían la gran mayoría del dinero de este programa y comparten la responsabilidad de competir bajo las reglas y protegerse unos a otros dentro de esas reglas", destacó Goodell.

Sin embargo, los profesionales suspendidos pueden participar en las actividades de temporada baja y pretemporada de sus equipos para no perder la forma física.

Según versiones, los cuatro jugadores apelarán el castigo y fuentes periodísticas aseguran que la NFL se prepara para una batalla legal en múltiples frentes respecto de este asunto.

Vilma, capitán defensivo de los Saints, ofreció 10.000 dólares en efectivo a quien noqueara a Warner, entonces "quarterback" de los Cardinals de Arizona, en un partido de eliminatorias por el título al final de la temporada 2009, de acuerdo con la NFL.

El jugador suspendido también ofreció la misma cantidad por dejar inconsciente a Favre, quien entonces jugaba para los Vikings de Minnesota, en el partido por el campeonato de la Conferencia Nacional (NFC).

Aparentemente, los Saints se habían estado preparando para la pérdida de Vilma, reforzando su cuerpo de apoyadores a través de la agencia libre.

Los apoyadores Curtis Lofton y David Hawthorne estuvieron entre los jugadores contratados por el equipo esta temporada baja.

Goodell ya ha suspendido por toda la temporada del 2012 al entrenador en jefe de los Saints, Sean Payton, y multó al equipo con 500.000 dólares.

Williams está suspendido indefinidamente, el gerente general de los Saints, Mickey Loomis, comenzará con su suspensión de ocho partidos después de la pretemporada, y al mismo tiempo el entrenador en jefe interino, Joe Vitt, comenzará su suspensión de seis encuentros.

La suspensión de Payton comenzó el 16 de abril y se extiende hasta el Super Bowl, el cual se jugará el próximo año en Nueva Orleans.

Durante el año de suspensión, Payton no puede tener siquiera una conversación casual, ajena al fútbol americano, con cualquier equipo de la NFL sin al menos notificar a la oficina de la liga la misma.