Cuenca, el retorno al Barça tras una cesión es posible

Barcelona, 2 nov.- Existe en el subconsciente de los jóvenes barcelonistas el temor de que cuando se les plantea una cesión, el retorno se presenta casi imposible, tesis que acaba de desmontar el joven Isaac Cuenca, quien ha dado el salto de la segunda B al primer equipo, donde parece haberse hecho un hueco.

Lejana queda ya la marcha del lateral Albert "Chapi" Ferrer al Tenerife para foguearse, antes de que el Barça lo repescase, en uno de los pocos casos de un jugador que ha salido del Barcelona cedido y ha regresado y jugado en el primer equipo.

Joan Isaac Cuenca López (Reus -Tarragona-, 27 de abril de 1991) se ha convertido, por ahora, en un hecho inusual en Can Barça, al haber salido como cedido y haber retornado, con el premio, por la casualidad de las lesiones en el primer equipo, de haber tenido la ocasión de jugar con los profesionales del Barcelona.

Despreciado hace un año por el entonces técnico del Barcelona B, Luis Enrique Martínez, quien apostó por la veteranía de Nolito (Benfica) y de Benja (Girona) en ataque, Isaac aceptó una cesión al Sabadell, donde fue recibido con los brazos abiertos ya que, a diferencia de los otros dos cedidos, Juanjo (Espanyol) y Ibusuki Hiroshi (Girona), llegó gratis.

A coste cero, y que sólo le costó al Sabadell la prima de ascenso, el joven jugador se convirtió en el mejor jugador del equipo arlequinado, después de haber sido solicitado por el actual técnico, Lluís Carreras, y avalado por el del Barça, Pep Guardiola, así como por su segundo, Tito Vilanova.

Su gran trayectoria en la segunda B y en la liguilla de ascenso, que llevó al Sabadell a la segunda división, le confirmó como un gran jugador, idolatrado por el conjunto vallesano y por la afición, que entendió rápidamente que el joven Cuenca no duraría más de un año en Sabadell, como así fue. Primero, porque así lo dejó claro el jugador, y en segundo lugar, porque los técnicos de la casa tuvieron claro que tenían a otro emergente gran jugador en la cantera.

El futbolista adquirió una gran experiencia en Sabadell, donde jugó en ambas bandas hasta que el los técnicos rivales lo calaron y armaron en ocasiones hasta un defensor fijo y otro de apoyo para cerrarle en la banda por donde corría, regateaba, pasaba y centraba, como así despliega ahora su fútbol en el primer equipo del Barça.

Tímido e introvertido, ha demostrado carácter cuando un defensor ha creído que tenía ante sí a un juvenil y ha pretendido intimidarle. En el Barça, aún no ha tenido que enseñar los dientes, pero ya ha bastado su descaro cuando recibe el balón para confirmar que es un jugador de otra pasta y que no se arruga ante el peligro.

Isaac sabe que no tiene espacio en el primer equipo, porque delante hay un jugador que ha hecho un recorrido como él, Pedro Rodríguez (de la tercera división a la primera), y porque también está el fichaje estrella de la temporada, el chileno Alexi Sánchez, por quien el Barcelona abonó 40 millones de euros.

Pero a diferencia de muchos que salieron por la puerta del Camp Nou o Miniestadi en busca de mejor suerte para regresar, él sí que ha vuelto, y cuando Guardiola se ha fijado en él y le ha dado una oportunidad, la ha aprovechado como en su día hicieron Pedro o Sergio Busquets, piezas inamovibles en el once azulgrana, campeones de Liga, de Europa y del Mundo, tanto con el Barça como con España.

El canal televisivo del Barça ha recuperado recientemente una entrevista de cuando Cuenca tenía trece años, en la que desvela sus sueño y ambiciones. "Lo que me gusta hacer en el campo es hacer pases en profundidad y regatear. Me gusta mucho jugar al fútbol", señaló.

"Lo que no me gusta es... es que me gusta todo. Quiero ser un buen jugador en la primera división y jugar con el Barça. Me gustaría mucho. Y ganar la Copa de Europa. Y ya está. Las cosas grandes", dijo un joven Isaac, que ya a los veinte años lleva jugados tres partidos seguidos con el Barça, uno de ellos en la Liga de Campeones, con un gol ante el Mallorca.