La gesta de Laura Dekker tuvo un final con sabor agridulce. Por un lado, la joven holandesa de 16 años ha conseguido lo que soñaba: dar la vuelta al mundo en su velero 'Guppy' después de un viaje que ha durado un año. Sin embargo, no entrará en el libro Ginness World Records por ser excesivamente joven. Así es, desde este organismo han comunicado que no van a incluir récords de precocidad para no alentar a que los más jóvenes arriesguen su vida.
La gesta de Laura también provocó el rechazo de algunos funcionarios del gobierno, que intentaron bloquear su viaje porque era muy peligroso. También las autoridades escolares han criticado a la adolescente porque debería estar en clase.
Al llegar a puerto el día 20 de enero, Laura fue recibida por su familia y por decenas de personas. "Su historia es increíble", dijo uno de los fans de Dekker, de 10 años de edad, Jody Bell, de Connecticut. "No me puedo imaginar a alguien de su edad de salir en el mar por sí misma". Bell estaba en el puerto con su madre, Deena Merlen, abogada, que también ha seguido las andanzas de la joven y quería verla llegar a puerto.
"Mi hija y yo hemos estado siguiendo la historia de Laura, y pensamos que es increíble e inspirador", dijo Merlen.
Una navegante precoz
Dekker ha asegurado que nació a bordo de un barco y que navegó por primera vez en solitario a los 6 años. Ya a los 10 comenzó a soñar con recorrer el mundo. Ahora, con 16 años cumplidos durante la travesía, ha cumplido su sueño.
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