Daniel Dias, ¿el Phelps paralímpico?

Daniel Dias ganó su primer oro en Rio-2016 y está a ocho podios de convertirse en el nadador con más medallas paralímpicas. ¿Otro Michael Phelps? Este brasileño sin manos y con una pierna prefiere no compararse y escribir su propia leyenda.

A una velocidad absurda, Dias, que nació con una malformación congénita, participará de nueve pruebas en estos Juegos. El jueves ganó los 200 m libres S5, sacándole 10 segundos a Roy Perkins de Estados Unidos.

Y ahí viene la comparación con Phelps. "Soy Daniel Dias, quiero construir mi propio espacio, pero me contenta que me comparen con un gran atleta", dijo a la AFP ya con la medalla en el cuello.

Phelps selló en Rio su retiro perfecto, con 28 medallas, 23 de ellas de oro.

Dias, de 28 años, podría llegar a 24 medallas en Rio y superar al australiano Matthew Cowdrey, que tiene 23 y no participa en Rio-2016. Y en Tokio, por qué no, superar en medallas al estadounidense.

"Nunca pienso en eso, la verdad, sólo en dar lo mejor y nadar bien, la medalla es la consecuencia del esfuerzo", zanjó.

La nadadora estadounidense Trischa Zorn, hoy con 52 años, es la mayor medallista de la historia paralímpica, con 55 podios (41 oros, nueve platas y cinco bronces).

Dias sumó su primer oro en Rio y el séptimo consecutivo, después de ganar todas las pruebas que disputó hace cuatro años en Londres, donde rompió cinco récords mundiales y se consagró por segunda vez como el mejor atleta paralímpico del mundo.

Pero la emoción de ganar en casa no se compara: el "¡es... campeón!" que retumbó en el estadio acuático o el himno cantado a una sola voz "es más emocionante de lo que me imaginaba", confesó.

Aún tiene chance de repetir esta experiencia ocho veces más.

Además de los 200 m libres que ganó este jueves, competirá en los 50 y 100 m libres, 50 m mariposa, 100 m pecho y 50 m espalda. También participará en tres pruebas de relevo.

"Esto es único, nunca más lo volveremos a vivir, hay que aprovechar cada segundo", expresó el ganador de tres premios Laureus, considerados el "Oscar del deporte".

El último lo ganó en abril en Berlín, después de 2009 y 2013.

Y entre el ensordecedor apoyo que sabe dar la 'torcida' brasileña, estaba en la tribuna lo más importante para Dias: sus dos hijos, su esposa y sus padres.

De vuelta a la villa de los atletas, la medalla fue su compañía. "Uno no se quiere despegar de ella", confiesa Dias, que tiene además 14 títulos mundiales.

La madrugada del 28 de mayo de 1988, un sábado, nació Daniel de Faria Dias, en Campinas (Sao Paulo, sudeste).

Su madre, Raquel Dias, contó como el embarazo cambió con un pequeño sangrado. Salieron corriendo al hospital donde nació de 37 semanas, pesando 1,9 kg y midiendo 41 centímetros.

Recordó su madre que lloró mucho después del parto "sin saber por qué", según un perfil que escribió en la página web del atleta. "Más tarde fuimos informados que nuestro hijo no tenía los pies ni las manos", siguió, aunque en realidad tiene una pierna.

El niño se hizo adolescente y en el camino aprendió a usar su pierna de prótesis, que rompió varias veces en partidas de fútbol, según ha contado.

Y con 16 años vio en la televisión a Clodoaldo Silva, que encendió el pebetero el miércoles en el Maracaná, en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 y se enamoró de la natación adaptada.

Ahí comenzó a construirse la leyenda de este joven que ve en el espejo el reflejo de la lucha y la constancia, la imagen del niño que lloró mucho pero pudo superar los prejuicios y los apodos crueles de sus compañeros, que le "tocaban para ver si era de verdad".

Daniel Dias sube todos los días a lo más alto del podio de la vida.

jt/cd

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