De Cruyff a Guardiola: las razones para 'tirar' una Liga

  • Las declaraciones del entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, tras el partido contra el Atlético de Madrid, en las que daba por perdida la Liga, han generado muchas reacciones antagónicas en los medios, aunque no están muy alejadas de las pronunciadas por Johan Cruyff en 1992, precisamente en un año en que el Barça se llevó el título.

De cómo desistir de una Liga, de Cruyff a Guardiola
De cómo desistir de una Liga, de Cruyff a Guardiola

La posición firme de Guardiola cuando dijo en el Calderón que el Barça no ganará la Liga se ha interpretado de tres maneras: una motivación para sus jugadores, una queja sibilina hacia los árbitros sin nombrarlos, o simplemente la sospecha de que por muy compacto que se manifieste el Barcelona, va a resultar imposible reducir los diez puntos que le separan del Real Madrid, por la fortaleza de éste.

Sorprendentemente, esta afirmación es muy similar a la que en su día dejó caer un quejoso Johan Cruyff, quien después del empate a uno gol en el Camp Nou frente al Burgos, dijo en mayo de 1992 que la Liga para el Barça estaba perdida tras la jornada 33 y que focalizarían su interés en la Copa de Europa de Wembley.

"En esta Liga hemos protagonizado una gran remontada, después del frustrante inicio de campeonato. Tras alcanzar al Madrid, teníamos que haber apretado más pero en las últimas cinco o seis semanas se ha bajado la guardia y el equipo ha jugado durante esta fase sin convicción. Era como si no nos jugásemos la Liga. Después de este resultado, ya la hemos perdido", dijo Cruyff.

En efecto, aquel empate dejó al Barça -en una Liga que premiaba con dos puntos la victoria- a uno del Atlético y a cuatro del Madrid, cuando sólo quedaban cinco jornadas para finalizar el campeonato.

Enfrascado en la obtención de su primera Copa de Europa, el Barça tuvo una reacción virtuosa con triunfos y goleadas por doquier (3-0 Mallorca, 0-6 Valladolid y Espanyol 0-4), ganó el cetro continental y se hizo con la Liga, también en parte por una cascada de errores del Madrid, que de cinco partidos perdió dos (Oviedo 1-0; Tenerife, 3-2) y empató otro (Osasuna 1-1).

El grito de Cruyff fue claramente para motivar a una plantilla que volvía a cometer errores históricos, con fallos ante rivales que al final le penalizaban en la lucha por el título.

Diferente parece lo expresado por Josep Guardiola, aunque no se descarta que también busque mantener en tensión a sus jugadores, quienes anoche dieron una muestra de superación ante un Atlético duro (1-2), que llegó a empatar el partido.

Guardiola siempre se ha mostrado alejado de la controversia arbitral, pero entre líneas también se le ha leído cierta ironía hacia los colegiados, especialmente este año. "No ceo que ganemos la Liga. No creo que lleguemos a atraparlos (Real Madrid). Pero competiremos para seguir siendo lo que hemos sido", proclamó anoche Guardiola, quien fue más allá y relacionó la amarilla que vieron Lionel Messi y el madridista Pepe, quienes se perderán el próximo encuentro por acumulación de amonestaciones.

"Siempre me pedís que descanse Messi; pues así descansará la próxima semana, igual que Pepe", añadió un Guardiola que observa impotente cómo no tropieza el Madrid.

Guardiola no entra de lleno ni de forma tangencial en la visión que se tiene desde sectores del barcelonismo de que el Madrid podría haber salido favorecido de decisiones arbitrales, pero construye un discurso inconexo en el que deja abiertas todas las posibilidades de interpretación cuando sentencia que el Barça no ganará la Liga, a pesar de quedar 42 puntos por disputarse.

Aunque se repite la escenificación, Cruyff elevó su queja y poco menos que lanzó la toalla en el 92 porque parecía no confiar en sus jugadores. La diferencia entre el maestro y el alumno es que Guardiola no sólo está con los suyos, sino que los tiene en un pedestal, aunque deja entrever que los ve incapaces de luchar por la cuarta Liga consecutiva.

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