Defienden el deporte para mejorar la calidad de vida de los trasplantados

  • El estilo de vida puede mejorar o empeorar la salud de personas que padecen una enfermedad renal, razón por la que el 37º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica ha abogado hoy por mejorar la calidad de vida a través del deporte.

Ávila, 26 oct.- El estilo de vida puede mejorar o empeorar la salud de personas que padecen una enfermedad renal, razón por la que el 37º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica ha abogado hoy por mejorar la calidad de vida a través del deporte.

Así lo ha destacado en una mesa redonda sobre 'Enfermedad renal y deporte' la gimnasta Carolina Rodríguez, olímpica en Atenas 2004 y en Londres 2011 y que ha señalado que, en gimnasia rítmica, hay "muy poquitos casos" de deportistas de alto nivel con enfermedad renal.

No obstante, para la gimnasta leonesa, el deporte puede "mejorar la calidad de vida" de los pacientes, a los que también se les exige "esfuerzo" para conseguir unos objetivos, ya sea en una pista o en el campo de la salud.

De ese esfuerzo también ha hablado hoy en el congreso que se celebra en Ávila y al que asisten más de 600 profesionales, Ramón Ortega, ciclista trasplantado de riñón que el año pasado fue medalla de plata, en la categoría de natación, en los Juegos Mundiales de Trasplantados.

En declaraciones a los medios, Ortega ha destacado la "vida completamente normal" que hace y que le lleva a realizar duros entrenamientos para prepararse.

Este deportista entró en prediálisis con 17 años y a los 23 pasó a hemodiálisis, aunque lleva ya casi siete años con un riñón nuevo.

Ortega ha afirmado que, a lo largo de todo este tiempo, siempre ha intentado mantenerse "muy activo", aunque "a veces es complicado", porque la diálisis es un tratamiento "agresivo".

En este sentido, Josep María Gutiérrez, supervisor del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Arnau de Vilanova, de Lérida, ha incidido en la importancia del trasplante de riñón de un donante vivo, para lo que es conveniente que ese órgano esté "en buenas condiciones".

Ha considerado que el sedentarismo puede ser un problema para los enfermos renales, aunque "ha cambiado el perfil" de los pacientes, con una edad cada vez más avanzada.

"Si sabemos que la enfermedad renal está relacionada con el riesgo cardiovascular y el sedentarismo es un factor de riesgo cardiovascular, hay que salir de ese círculo que puede acarrear la enfermedad renal", ha subrayado.

Se trata, en su opinión, de una prevención secundaria, porque la enfermedad ya existe, pero ligándola no tanto a los fármacos, sino a la implicación de los pacientes en su propio tratamiento para cambiar su estilo de vida.EFE

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