Del Potro cuenta; Nalbandián dimite

  • El argentino Juan Martín del Potro ha dejado claro en Madrid su condición de aspirante al triunfo en el Masters 1000 de la Caja Mágica, que contempló la prematura despedida de su compatriota David Nalbandian, uno de los que, en el pasado, logró instalar su nombre en el cuadro de honor del torneo.

Santiago Aparicio

Madrid, 8 may.- El argentino Juan Martín del Potro ha dejado claro en Madrid su condición de aspirante al triunfo en el Masters 1000 de la Caja Mágica, que contempló la prematura despedida de su compatriota David Nalbandian, uno de los que, en el pasado, logró instalar su nombre en el cuadro de honor del torneo.

El tenista de Tandil afila su raqueta en Madrid, donde nunca ha terminado de brillar. Se impuso sin contemplaciones al alemán Florian Mayer, al que superó por 6-4 y 6-2 en poco más de una hora.

La altura de Madrid y las condiciones de la nueva tierra azul alientan las condiciones de Del Potro, que no compareció el pasado año al duelo previsto con Rafael Nadal a causa de una lesión y que tiene en las semifinales del 2009, su mejor temporada, el registro más relevante en este Masters 1000. Entonces cayó ante el suizo Roger Federer.

Fue un año, 2010, que una lesión en la muñeca le marginó en el circuito. Aún ahora permanece en el empeño de regresar a las alturas del ránking, que llegaron a situarle en el número cuatro del mundo.

Ganador en Estoril la semana pasada, éxito que unió al de Marsella en el 2012, finalista en Rotterdam, suma ya seis victorias seguidas. "Quiero mantener este nivel que tengo desde principio de año. En tierra para jugar bien tengo que hacer una buena preparación. Son torneos complicados los que vienen con los mejores jugadores. tengo que estar bien preparado. Mejorar algunas cosas puntuales y no perder mucha distancia con los que están arriba de mí", indicó. Ahora le espera el ruso Mijail Youzhny.

David Nalbandian representa lo opuesto a su compatriota Del Potro. Se resiste a ceder protagonismo y mantiene una lucha consigo mismo por terminar de dar la razón a su talento.

Abandonó rápido Madrid. Un torneo que fue suyo en el 2007, cuando batió a Federer en la final. Entonces la competición no era en tierra. Sino en pista dura. Bajo techo. Y cerca del invierno.

Sin título alguno en el 2012, semifinalista en Buenos Aires y Belgrado, no supo como frenar el ímpetu del canadiense Milos Raonic, ejemplo perfecto de la nueva generación que ya posa como alternativa en el circuito (6-4 y 6-4). Una despedida prematura para el cordobés.

Mantuvo el tipo Federico Delbonis, que progresa a pesar del esfuerzo acumulado por su gasto desde la fase previa. Sorprendió al español Albert Ramos, al que eliminó tras imponerse por 6-3 y 6-2 en 62 minutos de partido.

Sin hechos notables en su historial, alcanzó por primera vez el segundo tramo de un Masters 1000 a costa del español, 39 del ránking ATP, que fue incapaz de plasmar su teórica superioridad en el primer duelo entre ambos jugadores. En segunda ronda al serbio Janko Tipsarevic, séptimo cabeza de serie

A Carlos Berlocq se le escapó el partido ante Marcel Granollers, que reaccionó a tiempo y se impuso 7-5, 3-6 y 7-5.

Granollers necesitó tres horas y 10 minutos para acabar con la resistencia del sudamericano, que en el tercer set tuvo 4-2 y el saque de su lado. Sin embargo, con el partido encarrilado y a dos juegos de lograr el triunfo, el argentino careció de decisión. Y el español lo aprovechó.

El francés Richard Gasquet privó al brasileño Thomaz Bellucci de repetir la gesta del pasado año. El galo venció por 4-6, 6-4 y 7-6 (5) a la séptima bola de partido.

En el primer set, Bellucci recordó el gran juego con el que estuvo a punto de ganar el pasado año al serbio Novak Djokovic, pero, a partir de ahí, Gasquet tomó las riendas del encuentro, para lograr la tercera victoria sobre el brasileño, a quien también ha vencido en Roland Garros y Montreal el pasado año.

No obstante, Bellucci vendió cara su derrota, y levantó hasta seis bolas de partido antes de caer fulminado por un revés del jugador francés después de dos horas y 43 minutos.

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