Demare se defiende de acusaciones de trampas para ganar la Milán-San Remo

El ciclista francés Arnaud Demare, que el sábado ganó la prestigiosa clásica Milán-San Remo, se defendió este domingo después de haber sido acusado por dos corredores italianos de haberse agarrado a un coche durante la carrera.

En la edición de este domingo del periódico La Gazzetta dello Sport, Matteo Tosatto (Tinkoff) afirmó que Demare fue ayudado por el coche de su equipo después de la caída sufrida a una treintena de kilómetros de la meta.

"No vi si se agarró al cristal o a un bote de agua (...) No había visto algo así de manera tan desvergonzada. No estaba yo solo, los corredores que estaban conmigo lo vieron también", afirmó Tosatto, cuyo jefe de filas, el eslovaco Peter Sagan, sólo pudo ser duodécimo.

Sus acusaciones se vieron reforzadas por las de su compatriota Eros Capecchi (Astana).

"Estaba detrás de Tosatti y lo vi perfectamente. Demare estaba agarrado al lado derecho del coche", declaró Capecchi a La Gazzetta.

Demare, por su parte, se defendió de las acusaciones.

"No hice nada reprochable. Hay árbitros en el ciclismo. Si hubiera hecho algo prohibido estaría ahora descalificado", declaró el francés a la página web del diario deportivo L'Équipe.

El velocista de 24 años publicó en internet los datos de su carrera (potencia, velocidad...). L'Équipe señala que "los datos disponibles no muestran ningún pico de velocidad dudoso en sus resultados, mientras que los corredores que le acusan hablaban de un Demare adelantándoles a 80 km/h".

El sábado, el juez de la Unión Ciclista Internacional (UCI) fue preguntado por periodistas ante los rumores al respecto. Afirmó que los comisarios de la carrera no habían detectado nada anormal.

Pese a su caída, Demare (FDJ) ganó la 107ª edición de la Milán-San Remo, la primera gran clásica ciclista de la temporada, gracias a un esprint magistral. Se convirtió así en el primer francés en ganar una gran clásica desde 1997.

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