Todo parecía dispuesto para que el británico Jonathan Brownlee se proclamase campeón de las Series Mundiales de Triatlón. En la prueba de Cozumel (México), Mario Mola tendría que ser tercero para asegurar el campeonato en caso de que Brownlee ganase la última prueba, algo que estaba a punto de conseguir con el español en el quinto puesto, hasta que se desplomó a 300 metros para la meta.
Las imágenes hablan por sí solas. Jonathan Brownlee se distanció de sus rivales y se encaminaba hacia la victoria, pero de repente comenzó a sufrir deshidratación y mareos, hasta el punto de que ya no podía dominar su trayectoria.
Su hermano Alistair le alcanzó y pudo evitar su caída, llevándole apoyado sobre sus hombros hasta el final, mientras Jonathan no podía ni siquiera dirigir la mirada.
Jonathan finalizó en segunda posición, haciendo bueno el quinto puesto de Mario Mola, y perdiendo el campeonato desvaneciéndose completamente en la línea de meta.
Una imagen para la historia que habla de la dureza que supone un deporte como el triatlón. Jonathan volverá a intentar el año que viene proclamarse campeón del Mundo, tal y como consiguió en 2012 en Auckland.
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