El fútbol base salmantino, en su categoría benjamín, ha vivido una situación de las que no deberían verse nunca sobre el césped. Varios padres dieron un malísimo ejemplo a sus hijos con su comportamiento en el encuentroque enfrentaba al Muníbar Pizarrales C y el Salamanca FF, del Grupo 2 de Tercera Benjamín, en el Club Deportivo Pizarrales.
Todo sucedió en los minutos finales del partido. Con 2-2 en el marcador, el árbitro no paró el juego cuando uno de los niños estaba tendido sobre el terreno de juego dolorido y la acción terminó con gol visitante.
Como publica 'Salamanca24horas', esta decisión arbitral calentó a algunos de los padres allí presentes, que saltaron al campo gritando y lanzando improperios al colegiado. Uno de ellos llegó incluso a empujarle, lo que llevó al árbitro a señalar el final del partido a pesar de que aún quedaban algún minuto por disputarse.
Pero el pitido final no calmó los ánimos de los padres, que siguieron acechando al árbitro en el camino a los vestuarios. Un delegado del Muníbar Pizarrales tuvo que mediar para que la sangre no llegara al río, como reflejó el colegiado en el acta.
El hombre que intentó agredirle se marchó del lugar de los hechos tras ello, informa 'El Norte de Castilla'. Al llegar la Policía Local al campo, se les informó de lo ocurrido y salieron en busca del agresor. A mediodía, tras una persecución a gran velocidad, los agentes le detuvieron en la calle Linares del barrio salmantino de Pizarrales.
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