Di María salva a un Madrid sin fútbol ante el Sevilla

En el actual Real Madrid, hay tres jugadores que son imprescindibles, cuya ausencia se puede llegar a considerar como un drama: Casillas, Cristiano Ronaldo y Xabi Alonso. Sin el guardameta de Móstoles no hay milagros bajo los palos, sin el portugués desaparecen la ambición y el gol, pero sin centrocampista donostiarra, el equipo blanco pierde la idea de juego, pierde el poco fútbol que tiene. La primera parte del encuentro hasta el Sevilla fue el mejor ejemplo.

Mourinho optó por cubrir la ausencia por sanción del internacional español con Lass y Khedira, sabiendo de antemano que este doble pivote es una renuncia evidente a combinar y asociar. El rival que tenía enfrente no era, además, el mejor para plantear un partido así: al Sevilla se le desactiva combinando, pero le das vida si le ofreces un duelo desde el aspecto físico. Romaric y Zokora, en este panorama, mostraron su mejor versión.

Sin una brújula que les guiara, los madridistas decidieron hacer la pelea por su cuenta, y Cristiano Ronaldo fue el más destacado. Para lo bueno y para lo malo. Es elogiable el afán del luso, siempre asume la responsabilidad, no la rehúye, quiere el balón y lo intenta una y otra vez, pero su egoísmo muchas veces ensombrece estas virtudes.

El Sevilla, cómodo como en pocos encuentros esta temporada, no tuvo muchas dificultades en desactivar una y otra vez los ataques madridistas, que se reducían a balones largos y acciones individuales de Di María, Özil o Ronaldo. A Benzema, el cuarto atacante blanco en la noche del domingo, le siguen esperando en el Bernabéu, no apareció, pero Mourinho mostró públicamente que él ya se ha cansado del futbolista francés: le sustituyó con empate a cero y más de media hora por jugar.

Carvalho puso muy cuesta arriba el partido para el Real Madrid con su expulsión, motivada por dos acciones impropias de un central de su categoría, ambas ante Negredo. Pero, como en épocas recientes con Capello y Schuster en el banquillo, el equipo blanco se sobrepuso a la adversidad y cuajó sus mejores minutos.

Pedro León y Granero, los cambios de Mourinho, equilibraron el equipo y bajaron el balón al suelo, y gracias a ello los blancos fueron generando ocasiones. La más clara fue un claro penalti cometido por Escudé sobre 'el Pirata', que el árbitro no señaló. No fue la única queja de los locales a la actuación de Clos Gómez, ya que protestaron varios fueras de juego señalados indebidamente.

Fue Di María el que desequilibró el encuentro, cuando los de Manzano tenían en sus manos el llevarse los tres puntos. Tras una gran acción personal, dentro del área y Palop encimándose, el argentino anotó el gol del partido gracias a un buen toque con la zurda que llevó el esférico al fondo de la red. Un tanto de fe y voluntad.

Los minutos finales sólo sirvieron para que el árbitro culminara su mala actuación sacando más tarjetas, y desquiciando a unos jugadores que se centraron más en la gresca y rencillas que en jugar al fútbol. El reloj corrió y el marcador no se movió, por lo que el Real Madrid se adjudicó tres puntos vitales en su mano a mano con el Barcelona.

Ficha técnica:
1 - Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Arbeloa; Lass, Khedira (Granero, m.61), Özil (Raúl Albiol, 77); Cristiano Ronaldo, Di María y Benzema (Pedro León, m.61).

0 - Sevilla: Palop; Dabo, Cáceres, Escudé, Fernando Navarro; Konko (Acosta, m.78), Zokora, Romaric (Alfaro,m.84), Diego Capel (José Carlos, m.84); Negredo y Luis Fabiano.

Goles: 1-0, m.76: Di María.

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Amonestó a Di María (60) y Casillas (64), Lass (70), Pepe (70), Özil (77), Pedro León (87), Ramos (89) por el Real Madrid, y a Zokora (79), Martín Cáceres (85) y Acosta (89) por el Sevilla. Expulsó a Carvalho por doble cartulina amarilla (45 y 64) y por roja directa a Dabo en el minuto 90.

Incidencias: encuentro correspondiente a la 16a jornada de Liga, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 72.000 espectadores. En los prolegómenos del partido Iker Casillas ofreció a su afición el 'Guante de Oro' recibido tras ser nombrado mejor portero del Mundial de Sudáfrica.