Madrid, 9 ene.- Ángel Di María, internacional argentino del Real Madrid, escuchó silbidos de aficionados madridistas en el estadio Santiago Bernabéu cuando su nombre sonó por megafonía antes del partido de ida de los octavos de final de Copa del Rey que el equipo blanco juega contra Osasuna.
Fue una minoría de los 60.000 seguidores que estaban en sus asientos a minutos del inicio del partido la que dedicó silbidos a Di María cuando fue nombrado, entre los suplentes, como respuesta a su gesto del pasado lunes, cuando se llevó una mano a los genitales en el momento en el que le pitaban desde la grada al ser sustituido.
Carlo Ancelotti decidió dejar a Di María en el banquillo hoy y ayer intentó quitar importancia a lo sucedido tras la petición de perdón de su jugador a través de los medios del club a los que se sintiesen ofendidos por un acto que, aseguró, no fue malintencionado.
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