Di Matteo, el entrenador que cumplió el sueño de Abramóvich

  • Tres meses en el banquillo del Chelsea y un fútbol ultradefensivo le bastaron al técnico italiano Roberto di Matteo para cumplir el sueño del multimillonario Roman Abramóvich: conseguir la Liga de Campeones.

Dani Bosque

Londres, 13 jun.- Tres meses en el banquillo del Chelsea y un fútbol ultradefensivo le bastaron al técnico italiano Roberto di Matteo para cumplir el sueño del multimillonario Roman Abramóvich: conseguir la Liga de Campeones.

El hasta ahora interino Roberto di Matteo revitalizó a un veterano equipo que, tras una irregular temporada, quedó campeón de Europa y de la Copa de Inglaterra, éxitos que le han valido al italiano para convertirse desde hoy en entrenador del club londinense por los próximos dos años.

Cuando sustituyó al portugués André Villas-Boas, del que era su segundo entrenador, pocos veían a este inexperto técnico capaz de cambiar la dinámica de un equipo desdibujado y con sus estrellas lejos de su mejor rendimiento.

Al cabo de dos meses, el Chelsea se proclamó campeón de la Copa de Inglaterra y poco después ganó por primera vez la Champions, la obsesión de su propietario, el millonario ruso Román Abramóvich.

Conocedor del club tras una etapa de seis años como jugador, Di Matteo apostó por la vieja guardia del Chelsea -John Terry, Frank Lampard y Didier Drogba, ya fuera del equipo- para recuperar el espíritu de una plantilla ganadora.

"No tengo palabras sobre lo que ha hecho. Mirad las cifras, no es una coincidencia. Él ha creado este ambiente, este espíritu y esta determinación", dijo de su técnico Lampard, uno de los pesos pesados del vestuario.

Aunque su nacionalidad es italiana, Di Matteo nació en Suiza en 1970 y fue en el país alpino donde este centrocampista ofensivo con un buen disparo a larga distancia comenzó su carrera profesional.

Tras tres años en la Serie A italiana vistiendo los colores del Lazio, Di Matteo recaló en 1996 en la que se convertiría en su casa futbolística: Stamford Bridge, estadio donde se retiró en 2002.

Seis años después, el italiano inició su andadura en los banquillos en el Milton Keynes Dons, de la Tercera división inglesa, desde donde dio el salto al West Bromwich Albion, al que ascendió a la Premier League en su primera temporada.

Casualidades del destino, fue una derrota de los "blues" ante el West Bromwich la que precipitó la marcha de Villas-Boas y le ofreció la oportunidad de dirigir al club de su vida.

Di Matteo renunció al fútbol de toque que había intentado implantar su predecesor y recuperó las esencias del juego del Chelsea, despliegue físico y contragolpes letales, apoyado en una apuesta muy conservadora.

Con esta fórmula, los "blues" remontaron un 3-1 al Nápoles en octavos de final, eliminaron al Benfica portugués y sorprendieron en semifinales con un memorable entramado defensivo que anuló al Barça y les dio el billete para la final de Múnich frente al equipo local, el Bayern.

Una vez en Alemania, donde de nuevo desplegó un estilo de juego ultradefensivo, Di Matteo consiguió el 19 de mayo pasado la primera Champions para el Chelsea en la tanda de penaltis, después de que Drogba empatara a uno el encuentro en el minuto 88.

Tras contar con grandes entrenadores como Jose Mourinho, Luiz Felipe Scolari o Carlo Ancelotti, el ansiado título de Abramóvich llegó de la mano de un técnico sin experiencia ni reputación que supo aprovechar los puntos fuertes de su plantilla para llevarse contra todo pronóstico la máxima competición continental.

Después de varias semanas de incertidumbre, durante las que se han multiplicado los mensajes de los jugadores a favor de la renovación de Di Matteo, el multimillonario ruso decidió hoy confiar en el técnico que coronó a su equipo como mejor club de Europa para guiar a los "blues" los dos próximos años.

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