EE.UU. vuelve a enfrentar el espectro del terror tras explosiones de Boston

  • El espectro del terror se cernió hoy de nuevo sobre los Estados Unidos tras la explosión de dos bombas durante el maratón de Boston, que han causado al menos dos muertos y un centenar de heridos.

Elvira Palomo

Washington, 15 abr.- El espectro del terror se cernió hoy de nuevo sobre los Estados Unidos tras la explosión de dos bombas durante el maratón de Boston, que han causado al menos dos muertos y un centenar de heridos.

Uno de los muertos es un niño de ocho años, según informó la cadena de televisión CNN.

En un breve mensaje a los estadounidenses, el presidente Barack Obama indicó que las autoridades desconocen todavía quién o quiénes están detrás de las explosiones que han conmocionado al país.

"Todavía no sabemos quién hizo esto ni por qué", afirmó el presidente, pero se llegará "al fondo" de la investigación, garantizó.

"Descubriremos quién lo hizo, sabremos por qué lo hicieron. Cualquier individuo responsable, cualquier grupo responsable sentirá todo el peso de la justicia", agregó el presidente estadounidense.

Aunque sin darle ese nombre, las fuerzas de seguridad tratan lo sucedido como un ataque terrorista coordinado, de origen interior o exterior.

Obama afirmó que se ha puesto en contacto con el director del FBI, Robert Mueller, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, a fin de movilizar "los recursos necesarios para investigar y responder" a la emergencia.

"He informado a los líderes del Congreso de ambos partidos, y nos reafirmamos en días como éste que no hay republicanos ni demócratas, sino estadounidenses, unidos en nuestra preocupación por nuestros compatriotas", subrayó.

Las imágenes ofrecidas por las cadenas de televisión trajeron a la memoria de los estadounidenses los atentados terroristas de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington.

Cuerpos ensangrentados, pánico en la expresión de ciudadanos corrientes, caos en las calles y el sonido de las ambulancias.

Tras las explosiones, el espacio aéreo sobre Boston fue restringido, el sistema de telefonía móvil suspendido durante un tiempo -para evitar la eventual activación a distancia de paquetes explosivos- y los niveles de alerta en Nueva York y Washington DC elevados.

Las autoridades investigan el origen de las explosiones, que tuvieron lugar en torno a las 15.00 hora local (19.00 GMT), cuando había corredores cruzando la línea de meta y decenas de espectadores todavía en las calles.

El maratón de Boston, donde hoy era día festivo, es "el más prestigioso del mundo", según los organizadores. La de este año era su 117a edición.

Es una de las cinco pruebas que configuran el World Marathon Majors, competición internacional que agrupa, desde 2006, a los cinco más grandes maratones del mundo (Nueva York, Chicago, Berlín y Londres, además del de Boston).

Las autoridades han informado de que un tercer "incidente con fuego", todavía no aclarado, tuvo lugar poco después en la biblioteca presidencial John Fitzgerald Kennedy de la ciudad.

"No estamos seguros de que estos incidentes estén relacionados, pero estamos trabajando sobre la hipótesis de que lo estén", dijo un portavoz policial.

El comisario de la policía de Boston, Ed Davis, indicó que todavía no hay detenidos mientras el FBI ha iniciado una investigación.

La biblioteca presidencial JFK, dedicada al expresidente de EE.UU. y exsenador por Massachusetts, alberga documentos originales de la administración de Kennedy, así como correspondencia, y material inédito de varios autores, entre ellos de Ernest Hemingway.

Al parecer no hubo heridos en la biblioteca, ni han resultado dañados los archivos.

La policía de Boston también indicó que por el momento todas las investigaciones siguen abiertas y que no se dispone de conocimiento suficiente como para poder valorar las causas.

El Centro Médico de Boston aseguró estar tratando a decenas de pacientes, entre ellos a dos niños, quienes se encontraban en el área cercana a la línea de meta de la maratón.

El gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, quien también compareció ante los medios, confirmó que el presidente Obama se puso en contacto con él nada más conocer la situación y pidió a los ciudadanos que se alejasen de las multitudes y regresasen "de forma calmada" a sus casas y hoteles.

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