El amor bueno de Keila Costa con su saltador favorito

  • El día que terminó su relación de pareja con el campeón olímpico Irving Saladino, la saltadora brasileña Keila Costa entendió que no es lo mismo "te quiero" que "te quiero para mí" y ahí empezó su verdadera historia de amor.

Gustavo Borges

Santiago de Chile, 15 mar.- El día que terminó su relación de pareja con el campeón olímpico Irving Saladino, la saltadora brasileña Keila Costa entendió que no es lo mismo "te quiero" que "te quiero para mí" y ahí empezó su verdadera historia de amor.

"Durante dos años fue mi novio, ahora es mi ídolo, mi amigo. Antes de las competencias siempre me comunico con él para decirle 'Irving, tú puedes", confesó a Efe la campeona de salto de longitud de los Juegos Sudamericanos de Santiago de Chile.

En sus buenos tiempos, la historia de pareja entre Keila y Saladino, campeón olímpico en Pekín 2008, se divulgó poco porque sus protagonistas la manejaron con sobriedad y a los medios jamás le interesó referirse a algo sin morbo.

"Desde antes de ser novios yo lo admiraba, es un hombre muy dedicado, de gran corazón; luego estuvimos juntos dos años y ahora lo quiero como amigo", reitera.

Keila, quinta mejor saltadora de triple del mundo en el 2013, es una de las cartas de Brasil para buscar medallas en atletismo en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016, y se considera una de las personas con más autoridad para hablar de la carrera del panameño.

"Tiene todo para volver a ser el mejor del mundo; posee talento natural, es disciplinado, está sano y es buena persona", dice antes de recalcar que se trata de un hombre muy fuerte.

Saladino fue la gran figura del atletismo en la jornada de este viernes en los Sudamericanos, al ganar la medalla de oro en salto de longitud con 8,16 metros, un registro que lo confirmó como el mejor del mundo en estadios al aire libre en lo que va de año.

"Me he recuperado de las lesiones y ahora voy paso a paso", dice el saltador que parte de su vida la ha pasado en Sao Paulo, donde conoció a Keila cuando aún no era campeón de los Juegos Olímpicos.

Al hablar de su amor por ella, el panameño reafirma las palabras de la brasileña de que hoy solo son amigos y habla con cariño de cómo manejan su relación.

"Fuimos novios, ella me conoce bien, sabe hasta dónde doy y hasta dónde no, cuando empecé en el deporte me apoyó, en mis primeros tiempos en Brasil me ayudó mucho", reconoce.

Gracias al noviazgo con la saltadora, Irving se adaptó mejor a Sao Paulo, aprendió más rápido el portugués y fue un poco más feliz cuando entró a los grandes salones del atletismo mundial en los que se mostró como uno de los grandes saltadores de la historia con un registro de 8.73 metros, el mejor de un latinoamericano.

"Siempre nos deseamos cosas buenas, conversamos y la aliento; ahora que ha cambiado de entrenador, ella puede superar los 15 metros porque es una gran saltadora", comenta.

La de Keila Costa con Irving Saladino es quizás la historia de amor más hermosa de los Juegos Sudamericanos de Santiago de Chile, pero los detalles no son atractivos para las revistas del corazón porque ellos han interpretado el amor sin apego y eso no vende.

Quizás tengan nuevas parejas o permanezcan solos. No se han referido a eso en Santiago, lo cual en todo caso es irrelevante porque no tiene que ver con la bonita relación de almas que llevan.

En cuanto a sus cuerpos, están saludables y con ellos se convirtieron en campeones de los Juegos.

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