El arranque de la NFL está marcado por tragedia, detención, lesiones, suspensiones y cambios

A penas se llevan disputadas dos semanas de la nueva temporada y la NFL ya ha vivido la muerte de un joven jugador, que sigue sin ser esclarecida; detención de otro por conducir borracho; una suspensión por drogas; lesiones de jugadores estelares, insultos a una periodista mexicana y pobre actuación de los mariscales de campo.

La tragedia se conoció el pasado lunes cuando el joven receptor abierto Kenny McKinley, de los Broncos de Denver, hallado con la cabeza cubierta por una almohada y una pistola encima de ésta, sin que hasta el momento de manera oficial se hayan establecido las causas de su muerte.

Cuando el mundo de la NFL trataba de asimilar la tragedia, se daba a conocer la detención de otro receptor abierto Braylon Edwards, de los Jets de Nueva York, por conducir en estado borracho a las cinco de la madrugada en el centro de Manhattan y recibir cargos oficiales en su contra.

Mientras, el safety Tanard Jackson, de los Bucaaneers de Tampa Bay, recibió la confirmación de un año de suspensión por violar la política de antidopaje de la NFL, que podría ser más tiempo cuando el próximo año el comisionado de la liga, Roger Goodell, vuelva a estudiar su caso.

Pocas noticias positivas relacionadas con la NFL, por el contrario una actualidad que ha dejado muchas mas cosas negativas y hasta la tragedia de un presunto suicidio. La NFL ha salido en defensa de la imagen de la liga y reconocido que se vive en un mundo donde hay problemas y de los que no se pueden escapar los profesionales deportistas.

"En un mundo perfecto, todas nuestras noticias serían positivas y estarían centradas en el juego", declaró Greg Aiello, portavoz de la NFL. "Desde luego que no vivimos en un mundo perfecto y el comisionado Goodell se asegura de que atendemos todos estos asuntos de una forma abierta y responsable". Aiello reiteró que precisamente la capacidad que están demostrando para superar los problemas y circunstancias negativas que han surgido demuestra su compromiso, responsabilidad y capacidad de trabajo para buscar soluciones. "Sabemos que la gente está prestando mucha atención a lo que hacemos, y junto con eso viene la responsabilidad del liderazgo y de poner el ejemplo adecuado", subrayó Aiello.

La liga durante la gestión que lleva a cabo Goodell ha visto hasta ahora demasiados comportamientos irresponsables encabezando las noticias. Goodell quedó lo suficientemente impresionado con la conducta del mariscal de campo de Ben Roethlisberger desde abril que decidió reducir la suspensión del estelar de los Steelers de Pittsburgh de seis partidos a cuatro.

Pero han sido más comunes las suspensiones por violaciones a la política que prohíbe el uso de sustancias para mejorar el rendimiento y comportamiento fuera del campo.

Por la primera violación, los castigados han sido el tackle Duane Brown y el linebacker Brian Cushing --novato defensivo del año la pasada temporada-- de los Texans de Houston.

Mientras que al defensivo Aqib Talib, de los Bucaaneers, sufrió suspensión por violar el programa de conducta personal y el linebacker Leroy Hill, de los Seahawks de Seattle, por no cumplir con la política contra el abuso de substancias prohibidas. Talib y Hill incluso acudieron al partido de sus respectivos equipos en violación de las normas de la liga y podrían enfrentar mayores medidas disciplinarias. El miércoles, Jackson fue suspendido hasta septiembre del 2011 por haber violado la política sobre drogas por segunda vez. En el 2009 fue castigado con cuatro partidos.

La NFL también ha comenzado a desarrollar un programa de conducta laboral tras un incidente en los vestuarios de los Jets cuando un número de jugadores se comportaron de forma poco profesional con la periodista Inés Sainz, de TV Azteca, de México. Si no había sido suficiente todo lo anterior para la mala imagen de la NFL, dentro del campo de juego, el bajo rendimiento de un gran número de mariscales de campo ha generado la inestabilidad en la posición clave para el juego de equipo y que debe tener mayor continuidad.

Nada de eso se ha vivido en ocho equipos comenzando con los Bill de Buffalo e incluyendo a los Eagles de Filadelfia, en su primer año sin el estelar Donovan McNabb, que lo enviaron a los Redskins de Washington por considerar que Kevin Kolb estaba listo para la titularidad. Pero una lesión de Kolb en el primer partido de la temporada lo dejó fuera y ahora la nueva alternativa será el polémico Michael Vick, que ocupó su puesto y fue titular por primera vez en cuatro años. Los Bills sustituyeron a Trent Edwards con Ryan Fitzpatrick el pasado domingo; los Steelers ya ha utilizado a su tercer y cuarto sustitutos y pondrán como titular a Charlie Batch, el último en la lista.

Mientras que el apartado de las lesiones, el veterano corredor Kevin Faulk será baja por lo que resta de temporada con los Patriots de Nueva Inglaterra y el estelar Reggie Bush también será baja por un mínimo de seis semanas con los Saints de Nueva Orleans, tras lesionarse el pasado lunes ante los 49ers de San Francisco.

Los responsables de la NFL confían que a partir de la tercera semana de competición los asuntos extradeportivos dejen de ser noticia dentro de la liga y todos estén centrados en la verdadera competición.