El Athletic pasa la página de Bielsa y se ilusiona con la de Valverde

  • El Athletic Club ha pasado la página del argentino Marcelo Bielsa a punto de terminar 2013 y se ha ilusionado a renglón seguido con la que ha empezado a escribir con éxito Ernesto Valverde, que ha procurado una Navidad más tranquila y feliz que la que disfrutó el club rojiblanco hace doce meses.

Ramón Orosa

Bilbao, 23 dic.- El Athletic Club ha pasado la página del argentino Marcelo Bielsa a punto de terminar 2013 y se ha ilusionado a renglón seguido con la que ha empezado a escribir con éxito Ernesto Valverde, que ha procurado una Navidad más tranquila y feliz que la que disfrutó el club rojiblanco hace doce meses.

La época Bielsa terminó mal, con el técnico argentino alejado de prácticamente todos los núcleos claves de la entidad, directiva, Lezama y plantilla, y unos resultados muy distantes -tempranas eliminaciones en Copa y Europa, y hasta el final amenazado por el descenso- de su inolvidable primera temporada, la de las dos finales de Liga Europa y Copa del Rey.

Nadie dijo nada sobre el asunto de su continuidad o no en Bilbao, ni el técnico ni Josu Urrutia. Aunque el presidente se pronunció por pasiva no ofreciéndole la renovación y girando su mirada hacia quien fuera su primera opción para el banquillo cuando anunció su intención de presentarse a la elecciones de 2011: Valverde.

Con la posibilidad de ser el primer técnico rojiblanco en el nuevo San Mamés, entre otras razones, Valverde aceptó el reto. Se despidió de Valencia y comenzó su segunda época en el banquillo de la Catedral en medio de la nostalgia que la grada del aún no terminado nuevo campo sentía por el de Rosario.

Le costó un tiempo, aunque no demasiado, al 'txingurri' dar con la tecla de lo que buscaba. E incluso dio la sensación de variar su plan inicial. Pero, sin dejar de sumar semana sí y semana también, fue encontrando una manera de maniatar a los rivales a base de presión y máxima intensidad.

Curiosamente era la figura de Mikel Rico, un secundario en toda su carrera anterior, la imagen del nuevo Athletic con su empuje y omnipresencia en el terreno de juego. Ha calado tanto el de Arrigorriaga en este Athletic que es hasta uno de sus máximos goleadores en Liga. Lleva 4 tantos, todos en casa y todos decisivos.

Por contra, ha perdido fuerza y se ha quedado sin presencia el fichaje de más relumbrón en la nueva 'operación retorno' que acometió Urrutia en verano, el internacional Beñat Etxebarria, alejado del perfil 'guerrero' del nuevo medio campo de su equipo.

Una zona central del terreno de juego donde destaca sobremanera Ander Iturraspe, quizás el mejor jugador del Athletic en lo que va de curso junto a Carlos Gurpegui, Iker Muniain y el propio Rico.

El juego rojiblanco se parece más a una apisonadora que a la afinada orquesta de los mejores momentos con Bielsa, pero sumar 33 puntos en 17 jornadas y estar cuarto en la tabla con cuatro puntos de distancia sobre el quinto avala cualquier propuesta.

Aunque le ha costado estar contento con el fútbol realizado, lo cierto es que el Athletic apenas sí ha recibido un par de disgustos. Los de las inapelables derrotas en Cornellà-El Prat y Granada.

Por lo demás, caer en el Santiago Bernabéu y el Vicente Calderón entraba dentro de los planes y hasta los empates en casa frente a Valencia y Elche se dieron por buenos, ya que en ambos tuvo que remontar.

El hecho de recibir el primer gol en San Mamés se ha hecho hasta casi habitual, como también que al final los de Valverde se lleven el gato al agua. No en vano aún está invicto en el nuevo estadio después de nueve partidos disputados.

A domicilio no es que haya colmado el Athletic las apetencias de sus aficionados, pero ha sumado hasta diez puntos en ocho salidas que han apuntalado una cuarta plaza cimentada sobre todo en los 23 sumados en los nueve partidos en casa. Incluido el primero ante Osasuna en el exilio de Anoeta.

Precisamente será el campo del vecino y enconado rival Real Sociedad donde testarán los rojiblancos cómo han digerido en Navidad la felicidad con la que ha encarado estas festivas fechas.

A apenas 100 kilómetros de casa, el Athletic pondrá a prueba ante su inmediato perseguidor, al que pase lo pase seguirá aventajando en la tabla, la solidez de un proyecto que tiene en la vuelta a Europa su máxima aspiración y en consolidarse en el último puesto de Liga de Campeones su objetivo inmediato.

Unas ilusiones de futuro más que factibles si Iraizoz mantiene el rendimiento de su mejor curso en Bilbao; si Balenziaga termina, como parece en las últimas jornadas, con el eterno debate del lateral izquierdo, si Gurpegui, Laporte y San José siguen conformado una brillante terna de centrales que palíe cualquier percance; si los Iturraspe, Rico y compañía siguen empequeñeciendo a los rivales.

Y si los de arriba, liderados por un Muniain regresando a sus mejores prestaciones y un Susaeta incansable, son capaces de seguir tapando las carencias goleadoras de Aritz Aduriz, a medio gas por sus problemas de pubalgia.

Si, en definitiva, se ajustan las piezas más creativas y la pegada para acompañar un trabajo serio, eficaz y contundente que está asegurando al Athletic una velocidad de crucero que le augura grandes cosas para 2014. De la mano de Valverde.

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