El Benfica, un clásico europeo construido desde un sólido medio del campo

  • El Benfica, ganador de la Copa de Europa en 1961 y 1962 y cinco veces subcampeón, aspira a recuperar su brillo continental a partir de un solvente medio del campo, liderado por los argentinos Pablo Aimar y Nico Gaitán y el belga Axel Witsel.

Lisboa, 16 mar.- El Benfica, ganador de la Copa de Europa en 1961 y 1962 y cinco veces subcampeón, aspira a recuperar su brillo continental a partir de un solvente medio del campo, liderado por los argentinos Pablo Aimar y Nico Gaitán y el belga Axel Witsel.

El equipo lisboeta se enfrentará al Chelsea en los cuartos de final de la Liga de Campeones y podría jugar contra el Barcelona en semifinales si el equipo español gana al Milán.

Segundos en Liga a un punto del líder Oporto, los lisboetas han firmado una notable temporada hasta ahora -apenas cuatro derrotas en todo el curso-, aunque vivieron un serio bache el pasado febrero, cuando se dejaron ocho puntos y cedieron la cabeza del campeonato.

El Benfica de Jorge Jesús está acostumbrado a ganar los duelos desde la medular, donde, aparte de los talentosos Aimar, Gaitán y Witsel, dispone del músculo del exmadridista Javi García y del desborde de dos pequeños extremos que actúan a pierna cambiada: el brasileño Bruno César y el antiguo barcelonista Nolito.

Desde su habitual 4-2-3-1, Jesús, de 57 años, sitúa al murciano García, con responsabilidad de equilibrar la defensa, y a Witsel, que desempeña un rol constructivo gracias a su soberbia técnica, como los primeros eslabones del juego.

Más adelantada coloca una línea de tres liderada por Aimar -encargado de elaborar las ofensivas- y custodiada por Gaitán, cuya exquisita zurda ya llamó la atención de Alex Ferguson.

El tercer segmento del vértice se lo suelen disputar César, que aporta un estilo más directo por su velocidad y duro disparo, o Nolito, que contribuye a un ataque más mascado basado en paredes y pases interiores.

El internacional paraguayo Oscar Cardozo -el mejor artillero extranjero de la historia del Benfica- es el referente goleador.

A pesar de su poca participación en el juego y aparente apatía, es oportunista y atesora un fuerte chute con la izquierda.

El hispano-brasileño Rodrigo Moreno, sensación de la Liga lusa recientemente recuperado de una lesión de cadera, se sitúa como la segundo opción ofensiva.

El excanterano del Celta y Real Madrid, que juega mejor con espacios, ha agradado por su pujanza física y técnica.

En detrimento del argentino Javier Saviola, la tercera opción recae en el nuevo talento luso Nélson Oliveira, cuya fuerza y capacidad de desequilibrio recuerda a la del sueco Zatlan Ibrahimovic.

En defensa, el gigante brasileño Luisao, capitán del equipo, y el argentino Ezequiel Garay (ex del Real Madrid) forman un férreo tándem en defensa, donde sobresale el incansable lateral derecho uruguayo Maxi Pereira, pieza importante en ataque por sus incorporaciones sorpresa.

El carril izquierdo pertenece a un irregular Emerson, lateral brasileño que le ha ganado la titularidad al español Joan Capdevila, mientras que la portería la defiende el también brasileño Artur Moraes, felino bajo palos, aunque recientemente ha sentido debilidad en las salidas a balón parado.

El Benfica, que apeó en los octavos a los rusos del Zenit y fue primero en la fase de grupo por encima del Manchester United, es el club con más títulos ligueros en Portugal (32) y con una de las aficiones más numerosas del planeta, con cerca de 200.000 socios oficiales.

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