El Braga corona con la Copa de la Liga una década de constancia deportiva

  • Diez años de constancia deportiva dieron al Braga su primer título nacional en casi medio siglo de historia, la Copa de la Liga, una gran conquista para un club que se ha hecho un hueco entre los "grandes" de Portugal pese a contar con un presupuesto muy inferior, de apenas 15 millones de euros.

Susana Irles

Lisboa, 15 abr.- Diez años de constancia deportiva dieron al Braga su primer título nacional en casi medio siglo de historia, la Copa de la Liga, una gran conquista para un club que se ha hecho un hueco entre los "grandes" de Portugal pese a contar con un presupuesto muy inferior, de apenas 15 millones de euros.

Un gol de penalti del brasileño Alan Osório en el Estadio Ciudad de Coimbra decidió el sábado la final frente al Oporto y el primer gran trofeo desde que en 1966 este pequeño equipo del norte luso ganase la Copa de Portugal, un triunfo aún recordado y coreado en su himno.

Las celebraciones se alargaron hasta altas horas de la madrugada en la plaza del Ayuntamiento de Braga, la tercera ciudad en población de Portugal, adonde llegaron los jugadores, el entrenador José Peseiro y el que para muchos es el héroe de la gesta: António Salvador, su presidente.

"Este club ha venido creciendo mucho y no puede dejarse de lado lo que se hizo en estos últimos cuatro años. Sólo con un crecimiento sustentado se puede alcanzar esto", aseguró Salvador tras la victoria.

El dirigente tomó las riendas del club en 2003, cuando con sólo 33 años decidió retar al alcalde de su ciudad -a la vez amigo personal- tras una temporada en el que el equipo se salvó por poco del descenso al acabar en el décimo cuarto lugar de la Liga.

Hasta entonces este exitoso empresario del sector de la construcción solo había dirigido un pequeño club de las afueras de la ciudad durante una temporada, pero en su toma de posesión se comprometió a convertir al Braga en un club de "dimensión europea".

Diez años después, los bracarenses intimidan a los "grandes" de Portugal, y en los últimos años entre sus logros destacan su subcampeonato de la Liga en 2010 y llegar a la final de la Liga Europa en la temporada siguiente.

De Europa guarda en su vitrina la Intertoto de 2008 y sorprendió al desbancar al Sevilla y entrar por primera vez a la Liga de Campeones hace tres años.

Esta temporada volvió a la elite europea aunque fue eliminado en la fase de grupos, mientras que en Liga continúa al acecho del tercer puesto en el campeonato nacional.

Para llegar a este nivel de rendimiento, el Braga asumió su papel de "guerrero" -apelativo con el que se conocen a sus aficionados- y se mantuvo desde 2004 en los cinco primeros puestos de la Liga, a excepción de una temporada (2007/2008, séptimo).

En el lado institucional el club gestionó con rigor su presupuesto, significativamente menor que el del Oporto (100 millones de euros), Benfica (70 millones) y Sporting de Lisboa (40 millones), aprovechando cesiones y fichajes a bajo coste.

La otra apuesta que explica su éxito es el de optar por entrenadores nacionales. Por su banquillo ha pasado una generación de importantes técnicos portugueses, entre ellos los actuales responsables del Sporting (Jesualdo Ferreira) y del Benfica (Jorge Jesús).

Aunque fue el portugués Domingos Paciencia quien se erigió en uno de los héroes del club después de cosechar buenos resultados bajo su mando, entre 2009 y 2011.

En su primer año, además de entrar en Liga de Campeones vía Intertoto acabó segundo en Liga después de competir mano a mano con el Benfica, y en su segunda campaña llegó hasta la final de la Liga Europa, que perdió contra el Oporto.

Del difícil relevo de Paciencia se encargó al luso-venezolano Leonardo Jardim, que mantuvo al equipo en el tercer puesto hasta el final de la pasada temporada.

El artífice de su más reciente título, sin embargo, es José Peseiro, de 53 años, antiguo ayudante de Carlos Queiroz en el Real Madrid (2003-2004) y conocido por imponer a sus equipos un estilo de juego atractivo, sin menospreciar la posesión del balón.

La plantilla es fundamentalmente nacional, con doce portugueses y diez brasileños, lo que ha ayudado al Braga a convertirse en el equipo que contribuye habitualmente con más futbolistas a la lista del seleccionador luso Paulo Bento. Una prueba más de su nueva condición de "grande" de Portugal.

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