El entrenador de 17 años que fue agredido salvajemente es magrebí y teme represalias

La violencia es la lacra del deporte y ha vuelto a quedar demostrado en un partido de fútbol de cadetes en Barcelona. Un joven magrebí, cuya pasión es convertirse en entrenador, recibió patadas y puñetazos por defender a un árbitro. Tiene 17 años y solo busca integrarse en la sociedad a través del deporte y desarrollarse tanto personal, como social y culturalmente en España.

La situación que vivió el equipo cadete de Molins de Rei el domingo 29 de marzo, cuando visitó el campo del Fontsanta Fatjó de Cornellà, es inadmisible. El segundo clasificado de la Liga recibía al primero en un partido cargado de emoción y entusiamo con el único objetivo de cumplir el sueño por el que llevaban trabajando todo la temporada, tomar ventaja en la lucha por la Liga. Eran 90 minutos cruciales, pero la exaltación superó todos los límites del deporte y terminó en batalla campal.

En las últimas horas ha circulado el vídeo de aquel partido. El resultado era de 1-4 cuando corría el minuto 77 de partido, la Liga estaba más cerca para los visitantes y tras un lance del juego un jugador local propinó un cabezazo al portero rival. El colegiado se percató y tenía la intención de expulsar al agresor. Varios jugadores hicieron un corrillo al colegiado, la tángana fue a más y salieron los entrenadores al terreno de juego para calmar los ánimos. Uno de ellos es un joven de 17 años que intentó proteger al colegiado de la ira de los aficionados, en la mayoría padres y amigos de los jugadores del club local.

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Pese a su buena intención, varias personas le empujaron, le tiraron al césped y le patearon. Pasaron los segundos y todo parecía más calmado, pero cuando se incorporó recibió otro fuerte puñetazo por la espalda que le dejó de nuevo en el suelo. El vídeo es espeluznante.

El chico no fue al hospital y prefiere pasar página

Uno de los responsables del Molins de Rei que estuvo presente en el partido aún no se explica cómo pudo provocarse tal batalla. "Yo nunca había visto algo así. Fue un partido caliente con roces y faltas, pero no nos lo esperábamos. Hemos tenido la suerte de que uno de los padres de los chicos graba todos los partidos, sino no tendríamos las imágenes y sería más complicado de demostrar".

Tras varias patadas y un puñetazo "el chico estaba aturdido. Fue atendido por los servicios médicos que había en el campo y prefirió no ir al hospital porque estaba asustado aunque los médicos le aconsejaron que fuera para que le hicieran más pruebas". El joven tampoco ha decidido denunciarlo para terminar cuando antes con este tema.

"Nosotros hemos respetado su postura porque es menor y no somos sus tutores. Tampoco lo hemos denunciado formalmente como club en un juzgado y hemos preferido difundir el vídeo por los medios de comunicación para hacer una denuncia social", añade.

El chico está "bien, sufría contusiones por el cuerpo. Lo mejor es que sigue teniendo la fuerza para venir a entrenar. Está asustado y tiene temor a represalías. Es magrebí, aunque creo y espero que su nacionalidad no tenga nada que ver en el incidente. Por desgracia son situaciones que seguro se dan en más partidos, pero no son grabadas. Cuando son los jugadores los que se enzarzan es una situación dura, pero si son los padres los que bajan desde la grada para pegarse en vez de para frenar la pelea, hacen mucho daño al fútbol".

Ha pasado un mes desde lo ocurrido y el equipo cadete del Molins de Rei se ha proclamado campeón de Liga. El responsable del club dice que "hay que saber ganar y también hay que saber perder cuando toca", respecto a la reacción del rival en aquel partido. Ni desde el Fontsanta ni desde la Federación Catalana se han puesto en contacto con el entrenador agredido ni con el club. Desde el Molins de Rei critican que el equipo rival haya emitido un comunicado "después de que saliera a la luz el vídeo para limpiar su imagen, no por interés por el chico ni por nada más".

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El club local explica que han tomado "medidas disciplinarias que conllevaron entre otras, la expulsión del club de los participantes de los hechos". Aseguran además, que "nos pusimos a disposición del colegiado del encuentro y del equipo visitante, para asistirle e identificar a los responsables del acto violento".

"Desde la CD. Fontsanta-Fatjó llevamos tiempo trabajando en la formación en valores de nuestros jugadores, jugadoras y familiares, con el objetivo de que situaciones de este tipo no se produzcan. Lamentamos profundamente que este hecho aislado afecte a la buena imagen del resto de los miembros de una entidad que realiza un gran trabajo social y educación en el deporte, que cuenta con más de 400 niños y niñas que cada fin de semana participan con el nombre de nuestro club con una actitud ejemplar y que no merecen verse identificados con una acción tan alejada de lo que debería ser un acto deportivo.

Volvemos a invitar a nuestros compañeros del CF Molins de Rei a volver a identificar de manera conjunta los participantes de tal acto y acompañarlos a efectuar la denuncia a los órganos competentes para que este tipo de acto no quede en un segundo plano y demos un ejemplo conjunto de erradicación de violencia en el deporte"