El Espanyol de Aguirre, otra vez mirando abajo

  • El Espanyol, tras sumar un punto de los últimos 15 posibles, se ha visto obligado a mirar a los puestos de descenso de la clasificación y a estar pendiente de un calendario contra equipos como Valladolid, Osasuna y Real Madrid, que pelean por sellar la permanencia e incluso por el título de Liga.

Barcelona (España), 29 abr.- El Espanyol, tras sumar un punto de los últimos 15 posibles, se ha visto obligado a mirar a los puestos de descenso de la clasificación y a estar pendiente de un calendario contra equipos como Valladolid, Osasuna y Real Madrid, que pelean por sellar la permanencia e incluso por el título de Liga.

"Estamos otra vez en la mierda", ha dicho el técnico, Javier Aguirre, tras perder ante el Almería el domingo. La situación, a nivel numérico, no es crítica: suma 41 puntos y tiene la diferencia de goles a favor contra la mayoría de sus rivales directos. Eso sí, se han encendido las alarmas cuando hace más de un mes, frente al Málaga, alcanzó los 40.

El choque ante el Valladolid, el próximo sábado en el Nuevo Zorrilla, es ahora un duelo decisivo para calmar a la afición. El rival del Espanyol es actualmente el penúltimo en la clasificación (32), a falta de disputar un choque aplazado contra el Madrid. Ayer, todos los pericos aplaudieron su clara derrota ante el Celta (4-1).

La situación de Osasuna también presenta urgencias destacables, ya que ocupa el decimosexto lugar con 35 puntos y ahora está a dos de los puestos de descenso y lucha por alejarse de la zona roja de la tabla. El bloque 'rojillo' visitará Cornellà-El Prat sin margen para las especulaciones: irán a por la victoria.

Finalmente, el choque ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu en la última jornada de la competición tampoco será, ni mucho menos, un paseo. El conjunto de Carlo Ancelotti, ya de por sí temible sobre el papel y además como anfitrión en su estadio, podría estar peleando por alzarse con el título de Liga.

En ninguno de estos tres casos habrá regalos. Todos los rivales del cuadro catalán tienen motivos para lanzarse a por los tres puntos con todo su arsenal. De hecho, hace varias semanas que mantienen esta tensión competitiva, ya que conocen perfectamente el riesgo de bajar los brazos. El Espanyol se confió demasiado pronto.

Javier Aguirre ha hecho ver a su vestuario que la permanencia no está asegurada. "No soy pesimista, soy un optimista informado", apuntó después del Almería. No hay margen para relajaciones en este tramo final. Todos en el Espanyol quieren evitar una noche de transistores, pendientes de resultados y sacando la calculadora.

Recuperar las señas de identidad es clave. La intensidad, ínfima en el último partido en Cornellà-El Prat, debe volver de forma inmediata al grupo. Quizá las urgencias despiertan de nuevo a un conjunto que recibió elogios de media Liga y que soñaba con Europa al principio de curso. Pero ahora su guerra es bien distinta.

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