El Espanyol, obligado a afinar como visitante para sellar la permanencia

  • El Espanyol, ahora con 32 puntos, debe sumar otros diez más para, en principio, conseguir la salvación matemática, aunque el calendario que tiene por delante le obliga a no descuidar en absoluto los partidos como visitante, ya que los choques en Cornellá-El Prat son, a priori, menos asequibles.

Barcelona, 5 mar.- El Espanyol, ahora con 32 puntos, debe sumar otros diez más para, en principio, conseguir la salvación matemática, aunque el calendario que tiene por delante le obliga a no descuidar en absoluto los partidos como visitante, ya que los choques en Cornellá-El Prat son, a priori, menos asequibles.

En casa, los catalanes aún deben recibir a la Real Sociedad, en puestos europeos y al Valencia, luchando por entrar en la Champions. Después les visita el Granada, sobre el papel el rival más sencillo como local, aunque se juega el descenso y su intensidad está asegurada. Cierran la Liga ante los gigantes: Barça y Madrid.

Todos los partidos en casa del Espanyol son frente a contrarios de gran nivel y que, además, se están jugando sus objetivos en esta recta final de temporada. Hasta ahora Cornellá-El Prat ha sido un fortín desde la llegada de Javier Aguirre, nuevo técnico, pero todo apunta a que los encuentros como visitante también serán clave.

Precisamente, en las dos próximas jornadas el calendario examinará la fortaleza del Espanyol como visitante. Esta semana se enfrentan al Rayo Vallecano y, en la siguiente, al Málaga. Ambos están en una mejor posición que la de los blanquiazules en la clasificación.

El resto de encuentros a domicilio, como todos los choques en el último tramo de Liga, serán muy trascendentes: hay mucho en juego. Esperan Osasuna, que pelea por eludir el descenso, Getafe, octavo y soñando con Europa, Sevilla, que no renuncia al sueño continental, Deportivo y Celta, ambos en una situación crítica en la tabla.

La intensidad de los rivales dependerá claramente de su situación en los últimos partidos. El mexicano Aguirre asume que en los capítulos finales de la Liga los rivales se vuelven más rocosos, dejan menos espacios, aseguran los puntos y especulan con el marcador sin complejos.

De todas formas, el balance del Espanyol tras el cambio de entrenador invita al optimismo. O, como mínimo, el club se ha ganado crédito deportivo. En Cornellá, el equipo ha sumado cinco victorias y dos empates, con doce goles a favor y seis en contra. Con el nuevo técnico jamás ha perdido, un lujo para sus aspiraciones.

Como visitantes, los catalanes han cosechado una victoria (contundente en San Mamés ante el Athletic de Bilbao, por 0-4), tres empates y dos derrotas (también una de las más duras del curso, contra el Barça en el Camp Nou, con un 4-0). En cuanto a los goles, los blanquiazules han logrado seis dianas y han recibido siete.

El vestuario del Espanyol únicamente piensa a corto plazo y no saca la calculadora todavía. El objetivo más claro es la permanencia y nadie se deja seducir por los cantos de sirena europeos. Eso sí, una vez logrados los 42 puntos de la salvación, nadie renuncia a llevar al club a los cotas más altas posibles. EFE.

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