El fichaje de Özil por el Real Madrid: motivos y damnificados

  • La llegada de Özil al Real Madrid no responde a la necesidad de cubrir ninguna carencia en la plantilla o algún puesto que no esté bien cubierto. Su incorporación se debe al interés de la dirección deportiva (y de Florentino Pérez) por dotar al madridismo de un poco de ilusión con un fichaje atractivo.
Benzema da el visto bueno al fichaje de Mesut Özil
Benzema da el visto bueno al fichaje de Mesut Özil
Aitor Amorós

El equipo blanco ha pagado quince millones por Mesut Özil (Gelsenkirchen, Alemania, 15 de octubre de 1988), un tipo de jugador con el que ya contaba en su plantilla. El futbolista de origen turco es un mediapunta zurdo que puede desempeñar las funciones de segundo delantero o interior… como Canales, Kaká o Van der Vaart. Su capacidad asociativa le permite bajar hasta el centro del campo para entrar en contacto con el esférico, pero en esas zonas pierde su principal cualidad: el último pase.

Su fuerte disparo lo saca a relucir en numerosas ocasiones, pero el acierto que presenta cara al gol no es muy alto: sólo ha marcado diecisiete tantos en las tres últimas campañas con el Werder Bremen (menos de seis de media), en las que ha disputado un total de 107 partidos oficiales.

Mourinho tiene en mente que Özil ocupe sobre el campo la posición que en principio iba a estar destinada a Kaká, por detrás del delantero y con libertad de movimientos, aunque tras el partido ante el Standard afirmó que no descarta retrasarle un poco. El club blanco sólo cuenta con dos delanteros puros, Benzema e Higuaín, y como afirmó el francés en rueda de prensa "es normal que el Madrid quiera a Özil". Lo que parece evidente con la llegada del teutón es que Cristiano Ronaldo jugará en banda, ya sea en la derecha o la izquierda, desestimando la opción de situarse en el centro como hizo la campaña pasada o con Portugal.

Los damnificados por Özil

Canales. El gran perjudicado por la llegada del alemán. Su flojo partido ante el Bayern de Múnich, en el que se mostró impreciso y dejó la sensación de que el escenario le venía grande, ha hecho que en el club se replanteen la necesidad de que se foguee en otro club, en lugar de quedarse en la primera plantilla y no tener minutos ni continuidad.

Van der Vaart. Su mayor polivalencia (puede jugar de mediocentro en caso de necesidad) y veteranía (algo que gusta a Mourinho), hacen que gane enteros para que quedarse en el club. Eso sí, su papel será absolutamente secundario, queda relegado a encuentros intrascendentes en los que se busque dar descanso o a solución de emergencia en caso de lesión.

Kaká. A la espera de que regrese tras su lesión (nunca antes de noviembre), habrá que comprobar que su recuperación es total, que el Kaká que fascinó al mundo está de vuelta y no acabado. Cuando esto suceda, si es que ocurre, deberá competir por un puesto con el fichaje estrella de los blancos esta campaña, en un momento de la temporada en el que estará en juego el futuro del equipo en la Champions League y se afrontarán partidos claves en la Liga (Atlético de Madrid y Barcelona). Mourinho no regalará minutos en esas circunstancias a nadie para que coja la forma.

Pedro León y Di María. La presencia de ambos jugadores en los onces titulares del Madrid va a ser menor de la que se preveía a priori. Deberán "pelear" por convencer a su técnico de que son el indicado para ocupar el carril que deje libre Cristiano Ronaldo. Aunque puede ser peor: si Kaká regresa en plenitud y se gana un puesto, Özil podría terminar en el interior zurdo, por lo que los minutos se reducirían al mínimo.

Mostrar comentarios