El fútbol argentino elige un nuevo líder después de la era Grondona

La elección, en cuarto oscuro y con sobre cerrado, convoca a 75 dirigentes que decidirán en Ezeiza, un campo en las afueras de Buenos Aires, el futuro de la AFA luego de 24 años con un único candidato para su presidencia: el poderoso Grondona, exvicepresidente de la FIFA.

"Don Julio", como lo llamaban, dirigió la federación de fútbol argentino desde 1979 hasta su muerte el 30 de junio de 2014 a los 82 años.

Con el mote de cambio, tanto Tinelli, de 55 años, como Segura, de 73, prometen gestiones con mayor transparencia, modernización del organismo y resolver el problema de la violencia en los estadios que conllevó a la prohibición de los hinchas visitantes a los partidos de primera división.

La elección coincide con la transición política en Argentina, donde la próxima semana asumirá como presidente del país Mauricio Macri, líder de la alianza de centroderecha Cambiemos y expresidente de Boca Juniors.

También tendrá lugar horas después de un nuevo escándalo del 'FIFAgate', con la detención este jueves del presidente de la Conmebol, el paraguayo Juan Angel Napout y de la Concacaf, Alfredo Hawit.

De alto perfil mediático, Tinelli trató en los últimos días de recuperar terreno con varias entrevistas en la radio y televisión, mientras Segura apenas ofreció declaraciones y se mostró en una foto junto con decenas de dirigentes.

Tinelli, vicepresidente del club San Lorenzo, cuyo simpatizante más famoso es el papa Francisco, es un experiodista deportivo devenido magnate, que se juega la carta de "lo nuevo y la modernización".

"La AFA tiene que cambiar y no ser más como en la época de Grondona", había declarado Macri antes de ganar el balotaje del 22 de noviembre. Tinelli, actual vicepresidente tercero de la AFA, apunta a modernizar la institución que fue comandada por 35 años con mano de hierro por Grondona, hombre de confianza del suspendido Joseph Blatter.

Según Tinelli, "las encuestas arrojan que el 80% quiere un cambio. Esperemos que ese deseo se refleje en las urnas".

Uno de los desafíos será superar la crisis estructural de los clubes y la violencia en el deporte considerado "pasión de multitudes" en Argentina.

También cambiará el programa Fútbol para Todos (FPT), de transmisión gratuita de los partidos, puesto en marcha en 2009 por un acuerdo entre la AFA y el gobierno saliente de Cristina Kirchner.

Macri dio un giro a su propuesta de 2013 de eliminar el FPT. Actualmente aboga por conservar el programa pero abriendo las puertas a la publicidad privada, hasta ahora vedada.

Segura y Tinelli también postulan lo mismo. Según el Presupuesto 2015, unos 1.775,4 millones de pesos (182,9 millones de dólares) fueron destinados al FPT, que son repartidos entre la AFA y los clubes.

Segura admitió que "hay que trabajar en una AFA profesional, desarrollada en lo que es marketing y comunicando hacia afuera lo que se hace", dijo en línea con los postulados de su adversario.

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