Manuel Pérez Bella
Río de Janeiro, 16 abr.- El fútbol brasileño eligió hoy como nuevo presidente a Marco Polo Del Nero, considerado como el jefe en la sombra de la CBF y un defensor del "statu quo", en un momento en el que los jugadores se han unido para demandar cambios profundos en la gestión de este deporte.
El dirigente, único candidato a suceder a José María Marín, fue elegido este miércoles presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para el período 2015-2019 en la Asamblea General del organismo, celebrada en Río de Janeiro, con 44 votos a favor, dos en blanco y ninguno en contra.
Del Nero, abogado de 73 años y actual presidente de la Federación de São Paulo (FPF), asumirá la dirección de la CBF a partir de abril de 2015 por un período de cuatro años.
El nuevo presidente, ampliamente considerado como el hombre más influyente del fútbol brasileño, actualmente es vicepresidente de la CBF y cumple su cuarto mandato consecutivo en la FPF, cargo que ocupa desde 2003.
Heredó el puesto en el Comité Ejecutivo de la FIFA que dejó vacante en marzo de 2012 Ricardo Teixeira, cuando éste se apartó de la CBF después de permanecer en el cargo 23 años.
Desde 2007 Del Nero también es miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Según sus opositores, Del Nero tenía en los últimos años más poder en la CBF que el actual presidente, José María Marín, quien sustituyó a Teixeira en 2012 y que, a partir del año que viene, volverá a ocupar una vicepresidencia.
Entre sus principales detractores, el exfutolista y diputado Romario de Souza Faria calificó a Del Nero como la "gran cabeza" del "cartel" que, según él, dirige el fútbol brasileño con prácticas corruptas, unas declaraciones por las que fue acusado por injurias y después absuelto.
El año pasado la prensa brasileña filtró una grabación de una supuesta conversación entre Del Nero y Marín en la que se daba a entender el uso de maniobras irregulares en las elecciones de la Federación Paulista, que ganó el primero.
En su gestión en la CBF, el primer problema de Del Nero será relacionarse con el movimiento de futbolistas que se ha organizado para exigir cambios en el calendario, el establecimiento de reglas financieras a los clubes y otras medidas para modernizar la gestión de este deporte.
En las declaraciones que ha hecho en los últimos meses, Del Nero se ha mostrado poco proclive a adoptar cualquier cambio en el calendario deportivo que contraríe a "quien paga la cuenta", en alusión a las televisiones que detentan los derechos de retransmisión de los campeonatos.
En un gesto claro sobre sus planes de gestión del fútbol, la candidatura de Del Nero a las elecciones se presentó bajo el lema "Continuidad Administrativa".
La CBF ha sido renuente a sentarse a la mesa con el movimiento de jugadores, llamado Bom Senso FC (Sentido Común FC), y que incluso ha llegado a amenazar con celebrar una huelga.
El nuevo presidente de la CBF está vinculado al fútbol desde la cuna, puesto que es hijo del jugador José del Nero, que militó once años en el Palmeiras y llegó a vestirse la camiseta de la selección.
A partir de los años 70 ocupó varios cargos directivos en el Palmeiras, club del que es consejero vitalicio y que le abrió las puertas de instituciones como el Tribunal de Justicia Deportiva, que integró a partir de 1985 y presidió entre 1988 y 2002, y la Federación Paulista.
En 2006 Del Nero fue el jefe de la delegación de la selección brasileña en el Mundial de Alemania.
Al margen del fútbol, Del Nero trabaja como abogado especializado en derecho penal, una actividad que ejerce hasta hoy, a pesar de haber superado la edad de jubilación.
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