El Madrid volvió a quedarse sin títulos importantes. Mourinho había devuelto la gloria al Real Madrid, pero los buenos tiempos duraron poco en el Bernabéu. No cierra la temporada en blanco el equipo blanco, conquistó la Supercopa ante el Barcelona, pero ese es un título al que se llega por méritos de la temporada anterior y no parece balance suficiente para una exigente hinchada.
El Real Madrid había hecho una gran inversión con la llegada de Florentino, pero Pellegrini no le supo sacar partido. Con Mourinho el equipo blanco volvió a ser competitivo y la inversión resultó rentable. Ganó el Madrid la Copa del Rey y desapareció la sensación de superioridad del Barcelona. Siguió la inyección de dinero de Florentino y Mourinho consiguió la Liga. En la tercera temporada del luso ya se habían gastado 181 millones y la expectativa ya era máxima, pero no estuvo a la altura.
En el palmarés de Mourinho había al menos un título importante por temporada desde 2003. Diez años más tarde, su currículum se emborrona con una temporada gris. Tiró la Liga demasiado pronto, fue arrollado por el Borussia Dortmund en Champions y subestimó al Atlético de Madrid. Pensaba que tendría ganada la Copa sin disputarla y se encontró con su particular hundimiento.
El portugués ya había iniciado una guerra particular con todo el mundo desde enero y este viernes, desde su búnker particular, decidió que el partido debía calentarse cuando se ponía difícil. No le salió bien su estrategia, se fue por la puerta de atrás cuando todo estaba por decidir y a los ojos de todos acabó como el gran derrotado. No supo rentabilizar todo lo que se había invertido y provocó el naufragio de su propia nave.
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