El Marítimo se erige en el nuevo equipo revelación del fútbol luso

  • Para encontrar al nuevo equipo revelación del fútbol portugués hay que desplazarse hasta el archipiélago de Madeira, a casi mil kilómetros de Lisboa, desde donde el humilde Marítimo aspira a consolidarse entre los "grandes" del país.

Oscar Tomasi

Lisboa, 22 dic.- Para encontrar al nuevo equipo revelación del fútbol portugués hay que desplazarse hasta el archipiélago de Madeira, a casi mil kilómetros de Lisboa, desde donde el humilde Marítimo aspira a consolidarse entre los "grandes" del país.

Quinto en la tabla, empatado a puntos con el Braga, cuenta con un estadio con capacidad para 9.000 personas y un presupuesto que apenas supera los 4 millones de euros, según fuentes del club, lejos de las cantidades que manejan Oporto, Benfica y Sporting, que entre los tres gastaron este verano 100 millones de euros en fichajes.

La estrella del equipo es, sin duda, el punta senegalés Papa Babacar Diawara, más conocido como "Baba", máximo goleador actualmente de la Liga lusa con nueve tantos, superando así a otros ilustres delanteros del campeonato como Hulk, Saviola o Cardozo.

Alto (1,85), joven (23 años) y rápido, Baba se desenvuelve bien con las dos piernas y no desentona de cabeza, lo que le ha permitido marcar 33 tantos en los cerca de 120 partidos disputados con la camiseta del Marítimo, adonde llegó en 2007 procedente del Jeanne d'Arc Dakar senegalés.

Responsable de la buena marcha del equipo también es su entrenador, Pedro Martins, quien en declaraciones a EFE subraya el papel de "club formador" adoptado por el Marítimo, que cuenta con una cuidada cantera de la que suben futbolistas continuamente.

"Hace doce años que tenemos una gran integración entre el equipo principal y el B, lo que ha permitido que muchos jóvenes sean lanzados con éxito", explica.

Su ejemplo ha influido incluso en el cambio normativo en el campeonato luso, que a partir del próximo año ampliará la Segunda División a 22 equipos para acoger a seis filiales para que los más jóvenes vayan adquiriendo experiencia.

En el fondo de la cuestión se encuentra el objetivo de incrementar el número de jugadores nacionales en el fútbol portugués, donde más del 50 % de los futbolistas de Primera División son extranjeros debido a la ausencia de restricciones.

Además de su papel destacado en la competición liguera, el equipo de Funchal (la capital de Madeira) logró la hazaña de eliminar al Benfica de la Copa de Portugal hace apenas tres semanas.

El gran nivel exhibido en este arranque de temporada no es, sin embargo, algo desconocido para los madeirenses, que desde la campaña 2007-2008 han acabado dos años en la quinta posición y otros dos años en el noveno puesto de la tabla.

"En Portugal los equipos pequeños están trabajando muy bien y hay más competitividad que antes. Pero hace falta cambiar de mentalidad, porque aún hay mucha protección a los grandes", critica Martins, en una velada referencia a la derrota sufrida en Liga y en su estadio contra el Benfica (0-1), que ganó con gol en posición dudosa y contra uno menos por expulsión de un jugador local.

Tampoco es extraña en el Marítimo la disponibilidad de grandes jugadores, como el central titular de la selección portuguesa y el Real Madrid, Pepe, que comenzó su carrera a los 18 años en el equipo B del Marítimo, hace ya una década.

Otro ilustre que militó en sus filas fue Danny, mediapunta del Zenit ruso e internacional con las "quinas", que pasó por las categorías inferiores del club -aunque nació en Venezuela, sus padres eran naturales de Madeira- hasta terminar en el primer equipo, en 2001.

El brasileño Kléber, titular habitual en el Oporto esta temporada en sustitución del colombiano Falcao e internacional por la "canarinha", así como el angoleño Djalma, otro de los hombres más utilizados en los "dragones", despuntaban hace apenas unos meses en el equipo de Funchal.

Cuentan los madeirenses que el fútbol en Portugal nació precisamente en sus islas, en 1875, cuando un joven inglés, Harry Hinton, regresó al archipiélago con el primer balón visto jamás en el país.

Lo que en un principio eran partidos entre ingleses afincados en la zona acabó por contagiarse a los jóvenes locales, una evolución que acabó con la formación del Marítimo, que se remonta oficialmente a 1910.

Como suele ocurrir con los equipos humildes, la venta de su estrella Baba parece inaplazable y su técnico ya asume su marcha para este mercado de invierno.

"Su salida tendrá algún impacto, pero ya contamos con soluciones. Estoy convencido de que haremos una excelente segunda vuelta", augura con optimismo Martins.

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