El Mundial se acaba en Manaos, Natal y Cuiabá, pero las deudas permanecerán durante años

    • Solo han albergado partidos durante la primera fase y sus calles vacías añoran a los aficionados que por unos días hicieron crecer sus ventas.
    • Solo en Curitiba, donde tampoco se volverá a jugar, existe un equipo de primer nivel que podrá utilizar el estadio
Las calles de Manaos ya solo tienen recuerdos del Mundial
Las calles de Manaos ya solo tienen recuerdos del Mundial

Brasil trabajó con insistencia para evitar que sus infraestrucutras pasaran a mejor vida, como las de Sudáfrica, cuando acabara el Mundial. A pesar de ser el más costoso de la historia y que aún no ha terminado, comienzan a evidenciarse las carencias que la organización y la FIFA no han sabido cuidar. El fútbol dijo adiós a cuatro ciudades con el fin de la primera fase y éstas se despidieron de los turistas para dar la bienvenida a las deudas.

Manaos, Natal, Cuiabá y Curitiba han terminado este Mundial dos semanas después del comienzo, tiempo insuficiente para que las arcas municipales recauden todo el dinero gastado en las infraestructuras. Entre los 4 estadios Brasil ha gastado 830 millones de euros y solo han acogido 16 partidos. La media dice que cada encuentro ha costado 52 'kilos', cifras díficiles de conseguir entre entadas e ingresos publicitarios.

La crisis mundial tampoco ha beneficiado a Brasil. Si bien es cierto que la hostelería recibió una gran inyección económica, los comerciantes se quejan de que los aficionados apenas compran recuerdos del país, como camisetas o llaveros con los que satisfacer las peticiones de sus familiares. Ahora las ciudades tienen que buscar soluciones para sacar rentabilidad a tres de estos cuatro estadios.

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El futuro del estadio de Amazonas era predecible

El mayor despilfarro de Brasil tiene nombre y apellido: Arena Manaos, un estadio situado en medio del Amazonas. Manaos está a dos horas en avión de la ciudad más cercana y a más de 4.500 kilómetros de Río de Janeiro. Sus calles, donde se respira humedad y calor, han quedado totalmente vacías. La plaza donde se sirve el mejor helado de castañas emitía los partidos en pantalla gigante, pero sus sillas no volverán a llenarse.

Fue el epicentro durante los días del Mundial, aunque los dueños de los bares no parecen muy preocupados por el descenso de las ventas: "Hemos sacado beneficio, pero me alegro de que ya ha pasado. Todo el mundo estaba muy cansado. Era un trabajo duro. Ya está bien, ya", asegura un brasileño en Globoesporte.

El Arena Manaos cuenta con 42.000 asientos en una ciudad en la que no hay ningún equipo de las principales categorías del fútbol brasileño. Los equipos de Manaos juegan en la liga amazónica, en la que la que según las cifras oficiales, solo asisten 500 espectadores de media.

La construcción del estadio costó 270 millones de euros y solo recibió cuatro partidos en el Mundial: Camerún – Croacia, Inglaterra – Italia, Honduras – Suiza y EEUU – Portugal. El Gobierno local busca alternativas para rentabilizar el estadio y ha pedido convertirlo en una cárcel. Por el momento, el Magistrado de Tribunal y Justicia del Amazonas ha rechazado la petición.

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Una huelga de autobuses ha dejado las calles de Natal desiertas después de la 'huída' de los turistas que se alojaron allí durante el Mundial, la mayoría de ellos mexicanos. Según las autoridades han pasado por allí 172.300 personas, pero los comerciantes de la ciudad no han sacado 'tajada'. No han vendido lo esperado y la policía brasileña luchó contra los vendedores ambulantes, que se han quedado con gran parte de la mercancía.

La ciudad se despide del Mundial sin recoger los frutos de todo lo que sembraron meses atrás. Las infraestructuras que se han construido en la ciudad y el estadio no han sido rentables económicamente. El Arena das Dunas que será el primero el Mundial en derrumbarse, parcialmente, eso sí. El gobierno echó abajo el antiguo estadio, el Machadao, para construir este 'elefante blanco'.

Levantarlo costó 220 millones de dólares, lo hicieron con una capacidad para 45.000 espectadores y no se ha llenado en ningún partido. Fue sede del México - Camerún, del Japón – Grecia, Del Italia – Uruguay y del Ghana – EEUU. Ahora tirarán abajo las gradas supletorias de los fondos para dejarlo en 31.000 espectadores. El principal equipo de la ciudad es el América de Natal, que juega en el Campeonato Brasileño de la Serie B, que nunca podrá llenarlo.

El espacio que quedará libre alrededor del estadio, donde hay un gran descampado, servirá para levantar un gran centro comercial, un hotel de 5 estrellas, teatros, un bosque y un lago artificial, además de la reconstrucción de los centros administrativos para funcionamiento del gobierno y de las oficinas municipales.

Cuiabá recuerda con cariño a los aficionados chilenos

Los 30.000 chilenos que pusieron colorido a las calles de Cuiabá ya se han marchado. Los empresarios brasileños quedaron encantados con la felicidad que llevaron a la ciudad y por supuesto con el gasto que hicieron en sus comercios. Los más beneficiados fueron los taxistas, que no dejaron de trabajar durante el día y la noche. Pero la primera fase ha terminado y los chilenos se marcharon a Belo Horizzonte para asistir al partido de su selección contra Brasil.

El único recuerdo que queda del Mundial en Cuiaba es el Arena Pantanal. Se trata de un estadio que no destaca por encima del resto por su ubicación, ni por su moderna arquitectura, sino por ser uno de los que más infló su precio a lo largo de los meses de construcción hasta alcanzar un 67% de sobrecosto.

Con una capacidad para 43.500 espectadores, el estado de Mato Grosso gastó 200 millones de dólares en construirlo. Para acoger solo cuatro partidos: Chile - Australia; Rusia - Corea del Sur; Nigeria – Bosnia y Japón - Colombia. En los próximos meses van a reducir la capacidad a 28 mil asientos y podría ser una de las sedes de un equipo de fútbol en los Juegos Olímpicos de Rio 2016. El gobierno local está dispuesto a invitar grandes equipos de Brasil a que jueguen allí algunos partidos para llenar las gradas

El equipo con más seguidores de Cuiabá es el Luverdense y atrae 1.500 espectadores por partido, que ha ascendido este año a la Serie B. Seguirá jugando en el Estadio Municipal Passo das Emas, con capacidad para 12.000 personas. Por este motivo el estadio podría para a ser la dese del Cuiabá Arsenal, un equipo muy popular que atrae hasta 5.000 personas por partido y que es campeón de Brasil… de fútbol americano.

Por Curitiba parece que no pasó el Mundial

El Mundial se marcha de Curitiba como llegó, sin pena ni gloria. Los comerciantes denuncian en Globoesporte que "no hubo ni turistas durante los partidos". No entienden por qué la mayoría de las selecciones que pasaron por la ciudad procedían de países con menos recursos económicos que Brasil.

Todos tenían esperanzas en poder sacar beneficios con los aficionados españoles, pero por desgracia para ellos, cuando la selección jugó allí ya estaba eliminada del Mundial. Los bares, los restaurantes y los taxistas no cumplieron con los objetivos soñados durante la primera fase.

Y eso que Curitiba fue la casa de España durante el Mundial, pero no es una ciudad atractiva. Es una de las más frías de Brasil y no atrae a los turistas que van en busca de sol y playa. Lo mejor para la ciudad es que el Arena de Baixada sobrevivirá al Mundial. La reconstrucción del estadio costó unos 140 millones de dólares para y albergó cuatro partidos: Honduras – Ecuador, Irán – Nigeria, España – Australia y Argelia – Rusia.

Los operarios terminaron de instalar los banquillos, los carteles publicitarios y la zona de prensa pocas horas antes de su primer partido. Es la sede del Atlético Paranaense, equipo de la primera división brasileña. El estadio se amplió hasta los 42.000 espectadores y en los alrededores se construyó un centro de negocios, un restaurante, un centro comercial y un estacionamiento con capacidad para 1.900 vehículos.

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