El pánico a volar impide que Guerrero se reincorpore a las filas del Hamburgo

Los responsables de su club reaccionaron con paciencia a las demoras del futbolista, que de todos modos está de baja por una lesión de rodilla. "Hasta ahora se han dirigido a nosotros unos 150 expertos en miedo a volar. Les pedimos que no nos manden más candidaturas", dijo el portavoz del club, Jörn Wolf.

El caso de Guerrero ocupa este jueves al popular diario "Bild", el más leído de Alemania, según el cual el pánico del futbolista es tan fuerte que ha obligado a abortar los sucesivos intentos del futbolista por volar.

El pasado 4 de enero, en que se subió a un avión, de Lima a Estados Unidos, con intención de visitar a un médico para su rodilla, fue preciso darse media vuelta, a los 40 minutos de vuelo, al sobrevenirle un ataque de pánico.

El caso es que Guerrero está varado en Perú desde hace once días, relata "Bild", en los cuales ha intentado viajar acompañado de personas de su confianza para tratar de superar el pánico. Lo intentó con su hermano Julio Ribera, con su madre, Petronila, con su novia, Talia, y también con su primo, Martín Rojas, al que finalmente no se autorizó para volar por no tener un visado de entrada en Alemania.

Mientras el Hamburgo trata de gestionar para conseguirle el visado al primo, en medios alemanes se aventura si no sería más conveniente organizarle un viaje de regreso por mar. La travesía se prolongaría de tres a cuatro semanas, periodo que podría destinarse a su recuperación física. En lugar de invertir en asistencia psicológica, se trataría, en ese caso, de hacerlo en un fisioterapeuta.

El pánico a volar de Guerrero no es cosa de chiste, sino que arranca de la trágica muerte en un accidente aéreo de su tío, el internacional peruano José González, del Alianza de Lima.

A ello se sumó la avería en el sistema hidráulico sufrido por un vuelo en que viajaba, el pasado agosto, de regreso de un partido del Hamburgo, que obligó al aparato a realizar un aterrizaje de urgencia en París.